El director de la Agencia Estatal del Transporte, Noé Chávez, asegura que seguirá en la lucha para combatir la irregularidad de los taxistas, aunque estos sigan presionando de manera violenta para buscar su destitución, como ocurrió ayer en el Congreso.
Chávez les envío un mensaje: que no tiene necesidad de estar batallando con quien no quiere respetar la ley, y así se lo dejó muy claro a Manuel Vital, secretario de Desarrollo Sustentable, y advirtió que no van a pasar por encima de él.
Un grupo de taxistas afiliados a la CROC, acudió al Congreso para pedir la destitución de Chávez, pero lo hizo de manera violenta, pues irrumpió en el recinto dejando daños en la puerta, además de golpear a un guardia.
Muchos de estos taxistas trabajan en la irregularidad. El director de la AET mostró algunas fotos donde está con trabajadores del volante en varios puntos fijos donde prestan el servicio, y afirmó que ellos sí están dentro de la ley.
Chávez se reunió con el coordinador de la bancada del PAN, Carlos de la Fuente, para hablar sobre el tema de la Ley de Movilidad, donde se pretende adecuar algunas nuevas plataformas.
Lo que llama mucho la atención, es que la diputada de Morena, Julia Espinosa de los Monteros, se tomó algunas fotos con los manifestantes, algunos de los cuales están en la irregularidad.
Entre ellos estaba Fernando Castillo, un líder de los taxistas de la base de Soriana en Plaza Fiesta San Agustín, donde se suscitó una balacera hace unas semanas.
El lastre de Adrián
Que el presidente municipal de Monterrey, Adrián de la Garza, es uno de los priistas mejor colocados rumbo a la candidatura tricolor a la gubernatura (a pesar de no apuntarse públicamente aún) no es un secreto.
Como tampoco lo es su cercanía con el controvertido exmandatario estatal Rodrigo Medina, con quien fue procurador de Justicia.
Justamente este vínculo entre ambos políticos ha sido tema de discusión en los últimos días en las mesas de destacados priistas, pues el alcalde regio parece no traerlas todas consigo recientemente.
Todavía no levanta la mano de manera formal, pero todos saben que está en la carrera. Sin embargo, también queda claro que su principal lastre, uno muy pesado, es precisamente Rodrigo Medina, de quien no se puede desvincular.
Lo peor es que existe la percepción de que el exgobernador, investigado y con un negro historial en materia de corrupción, sigue moviendo los hilos de las aspiraciones de Adrián de la Garza.
Ya no se deja ver en Monterrey, eso sí, pues ya no sería muy bien recibido que digamos, pero desde su auto exilio en la Ciudad de México, parece querer seguir influyendo a través de Adrián en las decisiones de su partido a nivel estatal.