Hoy continuarán las negociaciones entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y una Comisión de Diputados.
Por los antecedentes, es previsible que el “diálogo” se traduzca en un monólogo de sordos.
Y es que todo conduce a pensar que el tema que realmente les interesa a los maestros es provocar una respuesta violenta del gobierno.
Y es que después del bloqueo del viernes pasado a los accesos del aeropuerto de la Ciudad de México, el gobierno federal empezó a considerar la utilización de la fuerza.
¿Por qué habrían tenido que perder sus vuelos los pasajeros que no pudieron llegar al aeropuerto el viernes, que ni vela tienen en el entierro?
Lo del viernes produjo tanta irritación que el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong anunció que habrán de actuar con la fuerza “cuando el diálogo ya no sirva”.
Si el objetivo de los maestros era lograr que el gobierno acuda al uso de la fuerza pública, todo parece indicar que están a punto de alcanzarlo.
Contra los hechos, no hay argumentos
Acción Nacional presentará hoy ante el IFE la modificación que hicieron de sus estatutos, que supuestamente se aprobaron con las dos terceras partes de delegados que acudieron a la XVIII Asamblea Nacional del PAN.
Sin embargo, como la supuesta reconciliación entre Maderistas y Calderonistas es de dientes para afuera, es de esperarse que alguno de los inconformes promueva la respectiva impugnación.
Según los opositores, a Gustavo Madero nunca le alcanzó la votación de los dos tercios porque al conductor de la asamblea se le olvidó pedirles su voto a los que estaban en contra.
Sin embargo, los maderistas sostienen que la mayoría calificada de dos tercios que votó a favor de las reformas estatutarias, quedó registrada en videos y fotografías.
Y para demostrar públicamente que así fue, a los comunicólogos del CEN del PAN se les ocurrió presentar un video en el que se puede observar claramente que por lo menos había una mayoría aplastante por el “sí” en favor de las propuestas de Madero.
Ahora falta que el video sea prueba suficiente para los consejeros del IFE o eventualmente para los magistrados del Tribunal Electoral.
