Madrid es una ciudad muy similar a Monterrey en cuanto a número de habitantes, en la orografía, incluso en su clima.
Recientemente el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, compartió con los ciudadanos madrileños un comunicado donde les confirma que por fin la capital española consigue la norma europea sobre calidad del aire, y la comparte como un esfuerzo entre ciudadanos, empresarios y autoridades
Festejan con eso no solo una mejor salud, una mejor calidad del aire, sino que también se quitan una multa que les imponía la Unión Europea de 20 mil euros diarios cada vez que Madrid superara los niveles de contaminación impuestos por las normas ambientales que fijan los europeos.
Doble victoria para la ciudad de Madrid, doble victoria para los ciudadanos. Limitan su éxito a un trabajo colectivo, a tener un transporte sustentable y limpio, a tener un millón 800 mil árboles, nada más conurbados.
Tienen por lo menos 120 o 130 pulmones urbanos, incluida la Sierra de Guadarrama, que son miles y miles y miles de hectáreas.
Y obviamente contando el Parque de El Retiro, en el mero centro de Madrid, que son 130 hectáreas completamente verdes con árboles centenarios.
¿Por qué en Madrid sí se pudo, y por qué en Monterrey ni siquiera podemos saber qué clase de aire respiramos?
Se ha acusado al Sistema Integral de Monitoreo Ambiental, SIMA, que depende de la Secretaría del Medio Ambiente de Nuevo León, de falsificar las lecturas de las estaciones que miden la contaminación del aire.
¿Por qué Monterrey no puede, como Madrid sí pudo?
Twitter: @GMtzBerlanga
