Shock financiero
Lo peor no ha pasado en Wall Street, un shock en el mercado está a la vuelta de la esquina. El pasado mes de febrero se presentó una de las correcciones más fuertes en el mercado de valores en los últimos años, la caída aproximada del 35 por ciento en el S&P 500 podría visualizarse […]
Humberto Calzada DíazLo peor no ha pasado en Wall Street, un shock en el mercado está a la vuelta de la esquina.
El pasado mes de febrero se presentó una de las correcciones más fuertes en el mercado de valores en los últimos años, la caída aproximada del 35 por ciento en el S&P 500 podría visualizarse para muchos inversores como anecdótica y creen que con ese ajuste ya se dio por terminada la crisis, donde después de esa sacudida los índices bursátiles en Estados Unidos comenzaron una vertiginosa recuperación que en ocho meses ya recuperó el retroceso e incluso superó ya máximos históricos.
Sin embargo, pocos analistas del mercado quizá sigamos paranoicos o vemos lo que grandes bancos y corredurías no quieren ver después de esta fuerte recuperación de los mercados de renta variable, que se dio por la enorme cantidad de liquidez por los estímulos de la política económica, la especulación de la recuperación y los avances de la vacuna; el entorno en Wall Street se torna “positivo”, la razón: el alentador avance de Pfizer y Moderna, aunado a la recuperación en algunos indicadores económicos.
Pero estas aparentes señales de recuperación podrían confundir a los inversores, los avances que han dado a conocer estos laboratorios siguen siendo datos no oficiales, aunado a que se debe analizar cómo sería el proceso de distribución, sin dejar de lado todas las secuelas por el cierre de la economía de marzo a mayo, sobre todo en variables como la deuda estadounidense y su impacto en el déficit fiscal, cierre de empresas, desempleo, etcétera.
Desde nuestra perspectiva, la actual coyuntura se perfila más como una doble recesión con una forma de W, la incertidumbre que aún persiste en el tema sanitario, más los factores ya mencionados, provocarán una fricción en el mercado que podría apuntar a una corrección más fuerte debido a que en este momento tanto la política fiscal como la monetaria cuentan con menor margen de maniobra, además de que mayor peso en el Senado por parte de los republicanos a pesar del triunfo de Biden podría complicar la aprobación de ciertos estímulos.
Vivimos en un entorno en donde los inversores están ávidos de dinero gratis, solo con la mira en los estímulos e ignorando las repercusiones económicas y de salud, este es un fenómeno que no sólo se presenta en Estados Unidos sino en todo el mundo donde las esperanzas están fijadas en los gobiernos y los bancos centrales.
Técnicamente a pesar de la fortaleza alcista del mercado, este ya se encuentra en un periodo de distribución, etapa que antecede a lo que insistimos será el verdadero “Bear market”, a esto le sumamos altas valoraciones en las empresas, y como ingrediente adicional a partir de diciembre se suma al S&P 500 un valor burbuja como Tesla.
Después de esta fuerte sacudida que viene en la economía y los mercados, más una resolución en el tema de salud, vendrá un proceso de recuperación y apostamos a que todo volverá a la normalidad que traerá consigo una nueva configuración en la economía, pero insistimos en que antes de que se presente vamos a experimentar un shock financiero, no sabemos cuándo, pero está más cerca de lo que esperamos.
Humberto Calzada Díaz, economista en Jefe de Rankia Latam.