Todo comenzó en 2003 cuando el Comité Nacional Provida, del que era dirigente Serrano Limón, recibió 3 millones y medio de pesos por parte de la Lotería Nacional para la compra de ultrasonidos, que se usan para que quienes pretendan abortar conozcan antes lo que llevan dentro. No le voy a narrar el caso a detalle porque además de estar en tribunales no es nuestra especialidad, sí le diré en cambio que un juez 12 del Tribunal Penal giró en su contra orden de aprensión por peculado.
En el año 2009, cuando fue condenado a 4 años de prisión y el pago de 2.5 millones de pesos, Serrano recibe el ya tradicional “pitazo”, se ampara y en uso de los recursos jurídicos a su alcance logra, casi tres años después, hace apenas unos días, en segunda instancia que un Tribunal Unitario dictamine que el juez que lo condenó estaba equivocado y ordena que se derogue la sentencia, que se dicte sentencia favorable y se destruya la ficha sinaléctica.
Entre tanto la prensa usó tinta y tiempo comentando el caso, en su mayoría condenándolo.
Ahora que ha sido absuelto pocos medios, muy pocos, han publicado que la acusación estaba equivocada. Es el síndrome del árbol caído, sobre el que aún debemos reflexionar mucho los profesionales de la comunicación.
¿Pero quién es Serrano Limón? Nació en México DF hace 60 años, inició sus estudios en la escuela primaria Benito Juárez y los terminó cursando la carrera de Administración en la Universidad Latino. Hijo de abogado penalista de la Libre de Derecho y sobrino nieto de Ana Maass de Serrano, conocida profesora de filosofía de la UNAM, cercana al maestro Vasconcelos.
Desde 1978 Jorge ha trabajado en temas de defensa de la vida. Es común verlo correr, a las 5 de la mañana inicia su trote, ha corrido más de 90 maratones y presume en su trote de haber dado 4 veces la vuelta al mundo desde su Ecuador.
Este es Serrano Limón, el de los métodos de comunicación masiva cuestionables. Este es el luchador de la vida que trabaja afuera de 14 hospitales del país tratando de convencer a quienes van a abortar de que no lo hagan. Impide, dice él, más de 20 mil abortos por año.
Sobre su visión del vital tema de la vida coincidimos muchos, sobre sus métodos de comunicación masiva no tantos. Siempre será mejor acudir a los medios a testimoniar o clarificar que a ganar una discusión; en medios es mejor la proposición de ideas que su imposición.
No ubico a nadie que quiera matar o deshacerse de un ser humano en pleno siglo 21. Los que abortan lo hacen pensando que ahí no hay vida humana.
El debate se centra en el momento del inicio de la vida. Para unos, Serrano Limón incluído, la vida humana empieza con la unión del óvulo y el espermatozoide, para otros, unas semanas después.
Desde mi punto de vista Jorge ve más allá, como más allá vieron los que se opusieron a la venta o uso de los hombres de color.
En un momento de la historia no todos tuvieron la visión para entender que las mujeres tenían derecho al voto y se les negaba bajo un razonamiento lógico, pero que partía de premisas falsas sobre las que finalmente hemos tenido luz en la mayor parte de la tierra.
El día que se vea al óvulo y al espermatozoide como seres vivos que al unirse forman una vida humana, todos entenderán mejor a Serrano Limón.
Pienso en una cena en los años 80 en Monterrey en la que el Dr. Bernard Nathanson, fallecido hace un año, mejor conocido como el rey del aborto por los más de 60 mil abortos que practicó. En esa reunión comentaba que, gracias a la ciencia, alcanzó a ver con claridad que desde la concepción lo que existe es un ser humano vivo y que por esta razón su vida dio un giro de 180 grados y destinó el resto de su vida a promoverla.
No escribamos historias falsas. De Serrano Limón quedará lo que se escriba y es por eso que comparto, amigo lector, con usted estas ideas. Usted decida.