Los antecedentes de nuestros personajes, no son nada brillantes:
Por ejemplo, Emilio Gamboa Patrón, hace muy buena política, pero a toro pasado.
Raúl Cervantes Andrade, de perfil gris oscuro, que responde a intereses empresariales, más que el PRI.
David Penchyna, otro protagonista de lo que actualmente sucede en el Senado de la República, no acaba de dar el kilo, pese al tiempo en que ha vivido del tricolor.
Jorge Luis Preciado es invento de Gustavo Madero para desplazar a Ernesto Cordero de la coordinación panista en la Cámara Alta.
Javier Lozano Alarcón, expriista, panista hasta hace algunos meses y, en estos momentos haciendo méritos para la vuelta al redil del priismo y de ahí a la candidatura tricolor al gobierno de Puebla.
Estos improvisados políticos, luego convertidos en legisladores (recordar al caballo Incitatus), enviaron un mensaje a México y el mundo que los mexicanos todavía estamos viviendo la dictadura perfecta (Mario Vargas Llosa, dixit), desde el momento en que insinúan, a través de ciertas leyes, el control oficial del internet y, en consecuencia, de las redes sociales.
Con Javier Lozano Alarcón, convertido en el brazo armado (verdadero porro) de la bancada del Revolucionario Institucional en el senado, Gamboa, Cervantes y Penchyna, quisieron quedar bien y dieron luz verde al intento de ponernos a niveles de Corea del Norte, de China y de algún otro país que aspira al totalitarismo y al fascismo.
De ahí que no haya sido extraña la cadena humana que el sábado, 26 de abril, fuera encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Javier Corral y en la que participaron miles de personas, para protestar y rechazar este intento fascista y totalitario de controlar el Internet, argumentando la seguridad nacional (…)
Por ello, no está por demás insistir en que la pólvora en ciertas manos, es mucho muy peligrosa.
Ante esta crisis derivada del intento de controlar y amordazar a las redes sociales que se mueven en el Internet, quien se lavó las manos, al mero estilo de Poncio Pilatos, fue el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza.
Este funcionario hizo gala de sus múltiples “virtudes” camaleónicas.
El berrinche de Penchyna
David Penchyna, el chile de todos los moles (presidente de la Comisión de Energía, también participa en la negociación de la Reforma Político-Electoral), pataleó como niño malcriado, hizo un berrinche y junto con otros senadores priistas, así como funcionarios del gobierno, rompieron le mesa de diálogo de la reforma de marras, porque el PAN desconoció un documento base.
Si se trata de desconocer acuerdos y no cumplirlos, hay que preguntar a muchos priistas cuál ha sido la manera de lograr sus objetivos y satisfacer ambiciones.
El legislador Penchyna debe abrir el baúl de los recuerdos y hurgar para encontrar la autoridad moral perdida.
Los sonidos del silencio foxiano
Desde que “desaparecieron” los nombres de Jorge y Manuel Bribiesca Sahagún (del caso Oceanografía), hijastros del ranchero e “ideólogo” propietario de grandes extensiones de hectáreas en San Francisco Del Rincón, Guanajuato, Vicente Fox Quesada, se muerde la lengua todos los días para no emitir juicios que rompan con el pacto de silencio al que se comprometió con su yo interno.
Así, el lenguaraz expresidente de México también ha dejado de comprometer al tío Guillermo Sahagún, en todo lo relacionado a la corrupción promovida por Amado Yánez, en Petróleos Mexicanos y en Banamex-Citi-Group.
Hay silencios que hacen más ruido que cualquier otra cosa. Quizá podríamos recordar aquella canción que habla de “Los sonidos del silencio”.
Por cierto, a medida que el tiempo transcurre, al caso Oceanografía le siguen apostando al olvido.
Que nadie se diga sorprendido si próximamente Amado Yáñez, los hijos de Marta Sahagún y el tío Memo, reciben un reconocimiento oficial. Porque seguiríamos con el acostumbrado realismo mágico del maestro Gabriel García Márquez.
Felipe Calderón, en la misma situación
Como la corrupción en PEMEX, gracias a Oceanografía, permeó en varios niveles, pero más que todo en dependencias y personajes de los sexenios panistas, caso que se ha convertido en la Espada de Damocles, que en cualquier momento puede caerle a cualquiera de los involucrados por omisión o comisión, el expresidente del empleo, Felipe Calderón, también optó por guardar un extraño silencio desde hace varias semanas.
Tampoco tenemos dudas de que su yo interno lo llamó a la prudencia política.
Publicidad anual de 120 mdp sin facturar
Sobre este tema, la pregunta obligada, es saber cómo sale de Liconsa esta millonada en efectivo.
Dicen los que saben, que la Auditoría Superior de la Federación, ASF, y la Secretaría de la Función Pública, tienen los ojos bien puestos en la administración que hasta hoy ha realizado Héctor Pablo Ramírez Leyva al frente de Leche Industrializada Conasupo, Liconsa.
En corrillos de la ASF y de la SFP, confirman que en la dependencia oficial distribuidora y compradora del lácteo, hay cosas muy raras que son difíciles de explicar o imposibles de cuadrar.
Porque, entre otras cosas, de Liconsa está saliendo dinero en cash (como diría Ernesto Zedillo), para realizar convenios de publicidad, obviamente sin facturar, y con ello promover las actividades oficiales del Director Ramírez Leyva.
No nos crea, pero las cifras que se manejan son alrededor de 10 millones de pesos mensuales en efectivo para los convenios mencionados. Anualmente, la erogación por concepto de publicidad no facturada, asciende a los 120 millones de pesos.
Tampoco nos crea mucho, cuando le damos a conocer que en la nómina de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez, tiene 200 “aviadores” ubicados estratégicamente en las diferentes regiones del estado de Oaxaca.
También resulta interesante que los más cercanos colaboradores del director de Liconsa, son personas afines al exgobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Por ejemplo, María del Consuelo Rodríguez Casasnovas (hermana de Beatriz de los mismos apellidos, que fue la todopoderosa titular de la Secretaría de Desarrollo Turístico y protegida de Ruiz Ortiz), quien es jefa del Departamento de Seguridad e Higiene.
María del Carmen de Fátima Fuertes Casasnovas (sobrina de la exsecretaria de Turismo), es jefa del Departamento de Prestaciones.
Si de favores políticos se trata, también se puede mencionar a Heliodoro Carlos Antonio Díaz Aguirre (hijo de Heliodoro Díaz Escárraga, secretario General de Gobierno en el sexenio de Ulises Ruiz), es subdirector Jurídico Corporativo de Liconsa.
Hay más: Juan José Galguera, (exedil de Pochutla y excolaborador del exmandatario Ruiz Ortiz), es gerente del Programa de Abasto Social en Morelos y su hija, Claudia Galguera Aparicio, aparece como jefa del Departamento de Planeación y Estrategia Comercial.
La Auditoría Superior de la Federación, con Juan Manuel Portal, como responsable, así como la Secretaría de la Función Pública, no andan muy desorientados de todas las maniobras que se registran en Liconsa.
Pese a todo lo anterior, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, insiste en que ella no protege y muchos menos es la madrina de Héctor Pablo Ramírez Leyva.
¿Si no es ella, entonces quién le ha dado manga ancha a este funcionario que se mueve en la absoluta impunidad?
Conversos por verdaderos priistas
Seguramente escuchando la voz de su asesora de cabecera (la experredista, Ruth Zavaleta), el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, César Camacho Quiroz, ha sido tentado para darle más cobija en el priismo a la experredista, Lorena Villavicencio.
En corrillos del edificio sede del priismo, se dice y se rumora que para recuperar la plaza (léase el Distrito Federal), es indispensable tener en el PRI del DF a alguien que conozca de qué lado masca la iguana y, por ello, están considerando imponer como “lideresa” tricolor a Lorena Villavicencio.
Que con esta decisión, también le bajarán un poco al escándalo de presunta trata de blancas que provocó o le provocaron a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
Dicen quienes lo han visto últimamente, que Camacho Quiroz sigue deshojando a Ruth Zavaleta, perdón, la margarita.
De llegar la Villavicencio al PRI del DF, las mujeres priistas de hueso colorado van a organizar un festín para dar a conocer lo satisfactorio que es militar durante años en un partido que no toma en consideración la trayectoria político-partidista.
No hay que ir muy lejos para encontrar a políticas o políticos conversos, ahí está Rosario Robles a cargo de la cartera de Desarrollo Social.
Y Javier Lozano Alarcón, que fue traidor al priismo y ahora busca reconciliarse con “su” partido y usarlo como trampolín en la búsqueda del gobierno de Puebla.
O Roberto Campa Cifrián, quien de priista, pasó a ser candidato presidencial (2006) del Partido Nueva Alianza (Panal), propiedad de la maestra Elba Esther Gordillo.
Campa, fue secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica designado por Felipe Calderón; actualmente, el excandidato presidencial del PANAL, es subsecretario de Gobernación.
También se puede mencionar a Ángel Heladio Aguirre, quien dio el salto del PRI al PRD. Hoy “gobierna” Guerrero.
No está por demás hablar de Gabino Cué, que del PRI se fue a Convergencia. Hoy “administra” Oaxaca.
Mario López Valdez, el gobernador sinaloense, dejó el tricolor y se fue al PRD-PAN.
Rafael Moreno Valle, “mandatario” poblano no vende piñas. Aconsejado por Elba Esther Gordillo, dejó al tricolor y de pronto se hizo panista.
¿Quién dice que la traición no paga?