El número de ataques de lagarto ha ido en aumento en los últimos 3 años. Avistamientos de estos animales en la Laguna Nichupté de Cancún es una situación de todos los días.
Desde que en 1992 México firmo el Convenio sobre la Diversidad Biológica, se comenzó a crear la normatividad para proteger aquellas especies nativas de flora y fauna que se consideren en riesgo, para su conservación y su utilización sostenible.
A través de la Norma Oficial 059, a cargo de la Semarnat, algunas de estas especies como la tortuga o el lagarto, se dejaron de consumir y se ha visto un aumento considerable de su población.
Sin embargo, a 20 años se vale replantear el tema. ¿Cuándo una especie se considera que ya no está en riesgo?
El caso específico de la multiplicación de las colonias de lagartos que habitan en la Laguna Nichupté de la Ciudad de Cancún, en la última década, sumada al constate crecimiento y deforestación del área, han puesto en peligro a las personas que habita en los lugares contiguos a las aguas de esta laguna.
El número de ataques de lagarto ha ido en aumento en los últimos 3 años. Avistamientos de estos animales en la zona de la laguna es una situación de todos los días. Ataque a turistas ya ha sido tema de demandas a hoteles. Mascotas que han sido devoradas, mantienen el miedo sobre el riesgo de cohabitar con estos animales.
Es cierto que se ha invadido su hábitat, como se ha invadido el hábitat de todos los animales cuando las ciudades han crecido. No es el caso aislado de la ciudad de Cancún.
En Estados Unidos, Florida vivió un problema similar cuando el crecimiento de las colonias de lagartos puso en peligro la vida de los habitantes.
En 1988, creó un programa de caza de lagartos ‘Statewide Alligator Harvest Program’, usando el ciclo más natural del ecosistema para combatir este problema: la autorización de la caza y consumo del lagarto con cierta normatividad a cumplir.
Permisos bien regulados. Fechas para esta actividad. Un número pre establecido de permisos máximos, tipo de embarcaciones, zonas definidas, etc.
El mercado local se beneficia de la carne y la piel, generando una economía positiva en el mercado bien delimitada y regulada, controlando al mismo tiempo, el crecimiento de estas colonias y reduciendo el riesgo de accidentes.
Mientras el lagarto estuvo en riesgo, bien se aplicó una ley para su protección, pero
¿sigue en riego o ya entro a un tema político de sobreprotección, a pesar de la seguridad de los habitantes?
Se vale replantear el tema. Buscar soluciones para conservar y proteger las colonias, pero controlando su crecimiento, principalmente, en las zonas habitadas.