El final será de pronóstico reservado. Las distancias se acortan y nuevamente los tres están vivos y coleando. Eso sí unos a la baja y otros a la alza.
En resumen no hay nada definido. Hace un mes decíamos que si no sucedía nada extraordinario ya teníamos Presidente, pues lo extraordinario ha sucedido Yo soy 132 despertó a los jóvenes, estos despertaron a los medios y la sociedad entera se ha puesto las pilas. Esta contienda presidencial que está en su segundo tiempo se decidirá en 25 días.
Todo se detonó un día 11 de mayo en la Ibero. Quién llevó ahí a Peña Nieto, quién le prestó tan flaco servicio al abanderado priista, quién hizo ese enorme servicio a la Patria. Quizá nunca sabremos a ciencia cierta su nombre pero de antemano nuestro agradecimiento.
Ese viernes negro en la Ibero –negro para Peña, blanco para México– nació un movimiento que bajo el lema “la verdad nos hará libres” reunió en pocos días en las calles del D.F y de más de 25 ciudades a miles de jóvenes de todas las universidades. También se hizo de un apoyo internacional importante: el movimiento M-15 y de Ocuppy Wall Street.
Las grandes decisiones del Movimiento son mantener su posición anti-Peña Nieto, juicio político contra Calderón y contra Elba Esther Gordillo, ser un movimiento pacífico, exigirle a los cuatro candidatos que se comprometan a que quien gane la elección convoque a un referendo en 2015 para revocar el mandato si el jefe del Ejecutivo federal no cumple con sus compromisos.
La verdadera vocación del movimiento es la juventud universitaria que sale al paso de los temas trascendentes de un país que quiere libertad, que quiere verdad y que sabe que solo la verdad los hará libres. Ya no solo piden la “democratización de los medios”, ahora intentan constituir un movimiento organizado a largo plazo.
Está por verse si logran la organización y cohesión necesaria. Le falta a “Yo soy 132” aclarar la independencia ideológica de su líder Miguel Torruco con Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo propuesto por AMLO y con María Elena Torruco esposa de Carlos Slim Domit.
El movimiento ha contado con la simpatía general y nos ha sorprendido cómo los grandes que se habían mostrado lejanos e indolentes ante anteriores reclamos ahora ceden a las demandas de los jóvenes. Hemos visto canales abiertos a debates, políticos “encumbrados” pidiendo disculpas, ofertas de tolerancia y apertura.
¿Es la fuerza de la juventud o la debilidad de la corrupción? Es la suma de ambas.
Estamos en la danza de las encuestas, las hay como las de Reforma o De las Heras en las que aparecen prácticamente empatados Peña Nieto y Andrés Manuel. Están también la de Mitofsky y El Universal que mantienen a Peña más de 15 puntos encima de su más cercano seguidor.
En lo único que coinciden todas es en que Josefina va ya en tercer lugar, pero ni aún así está fuera de la pelea. Ya veremos el primero de julio quién es quién en las encuestas. Los que miden serán medidos.
Existe otro estudio que vale la pena analizar, lo está llevando a cabo Consultingmedia (www.consultingmedia.com.mx) quien analiza con una metodología definida y coherente la presencia de los candidatos en los principales diarios nacionales, incluido Reporte Indigo desde luego.
La gran conclusión es que de quien más se habla en la prensa es de Peña Nieto, pero el menos criticado en la prensa es Andrés Manuel Lopez Obrador.
En un estudio similar efectuado hace 6 años se encontró que de quién más se hablaba era de López Obrador, pero el menos criticado era Felipe Calderón.
La balanza se niveló, estamos todos –incluyendo los “grandes”– escuchando a los “sin voz” que tanto bien hacen en este proceso. Estamos acercándonos a la fecha, tratando de definir el gobierno que merecemos. Estamos en la hora del pueblo, en nuestro momento, hagámoslo unidos y bien.