Se le cayó la ceja

El oscuro michoacano regresa a México más por presiones, que por razones. En primerísimo lugar, porque aun consumando un atraco presupuestal -en evidente conflicto de intereses- al autorizarse un comando personal para su resguardo, afronta afuera gastos de seguridad que se cargan al botín que se llevó. Segundo, porque ya se dio cuenta que en Harvard es tan relevante como cualquier otro custodio de las instalaciones, y tercero, porque sabe que de derrumbarse la estructura pandilleril que armó en su partido, tarde o temprano habrá que dar explicaciones difíciles.

Gabriel Reyes Orona Gabriel Reyes Orona Publicado el
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El oscuro michoacano regresa a México más por presiones, que por razones. En primerísimo lugar, porque aun consumando un atraco presupuestal -en evidente conflicto de intereses- al autorizarse un comando personal para su resguardo, afronta afuera gastos de seguridad que se cargan al botín que se llevó. Segundo, porque ya se dio cuenta que en Harvard es tan relevante como cualquier otro custodio de las instalaciones, y tercero, porque sabe que de derrumbarse la estructura pandilleril que armó en su partido, tarde o temprano habrá que dar explicaciones difíciles.

Los asuntos de menor relevancia, casi anecdóticos, son los que revela la Auditoría Superior de la Federación, la que por supuesto amontonará sus señalamientos con todos aquellos de la bodega del “no pasa nada”.

Con la recaptura del Chapo termina por fin el favoritismo de los Pinos -impuesto durante dos sexenios- por uno de los cárteles y quedarán expuestos los nexos de éstos con el sistema bancario y otros padrinazgos.

Pero en el los diarios hoy aparecen notas que se suponen inconexas cuando no lo son. Así es, el tema de Mexicana, podría ser, si se opera de manera técnica, un interesante caso que conduciría a desentrañar los complejos nexos entre el empresario y la azul corte de Calderón.

Los abusos e ilícitos quedaban a la vista hace años, mientras sus auxiliares, lejos de poner alto a una clara estrategia para poner a los trabajadores en la calle y saquear a dos bancos, lo que hicieron fue brindar todo tipo de apoyos. Bancomext, ASSA y el AICM le brindaron todo tipo de facilidades para pavimentar su ruta de escape, coronando con una SCT que toleró un grosero garlito con la colaboración de Jorge Gastelum  -su ex compañero- quien cobraba más por alargar el pleito, que por solucionarlo. El objetivo, la prescripción.

En las mismas páginas se lee ya que Susumo Asano, no goza del equipo que Cordero le brindó para brincar el sexenio, y es posible que tenga que rendir cuentas después de que desocupe las comisarias de California.

Por otra lado, en los mismos medios, de manera “accidental” para los neófitos en la política, comienzan a sonar los nombres de personajes que tuvieron acceso a licencias bancarias para llevar, sí, esos bancos que fueran casas de cambio vetadas en los Estados Unidos de América, y que sólo al gobierno de Calderón se le ocurrió cerrar dándoles autorización de banca y crédito. Pero bueno, alguien tenía que llevar los costales de dólares al AICM, para que se los guardaran en lugar seguro.

Si a eso se suman casinos, gasolineras y empresas de nueva creación en Pemex, el nombre Calderón y secuaces suena letra por letra.

Ya sólo falta que se comience a desmadejar la estructura asiática, distante, pero poco sofisticada, que armó Bruno Ferrari, y así encontrar la razón por la que los funcionarios tomaron cariño a Singapur, el nuevo hoyo negro. Ganarían titulares los fideicomisos bursátiles aprobados por Cordero, creados violando la Constitución y leyes que de ella emanan.

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