La historia entre el gobierno de Nuevo León y la aeronave no tripulada adquirida (dron) para la Secretaría de Seguridad no tenía forma de acabar bien.
El reconocimiento del secretario Aldo Fasci de la ineficiencia del dron y el proceso de cancelación ya en marcha no son más que el epílogo de un sinsentido por parte de la administración estatal.
De ser presentado como una adquisición tecnológica que habría de potenciar la actuación de las fuerzas de seguridad e incluso “venderlo” como una herramienta que ayudaría a medir la contaminación, ahora ha pasado a ser una adquisición fallida e incómoda.
Porque aun y cuando el gobierno logre avanzar en la vía jurídica para recuperar el gasto, quedan muchos cuestionamientos abiertos, y que esta vez no deberían ocultarse argumentando ‘”cuestiones de seguridad”.
Más allá del verdadero costo ¿por qué estuvo seis meses en una bodega?, ¿de verdad se estrelló en septiembre o el percance ocurrió a las pocas semanas de adquirido?, ¿cuándo llamarán a cuentas a los empresarios involucrados en la venta?
Los resultados de Vital
El discurso del secretario de Desarrollo Sustentable de Nuevo León, Manuel Vital, quien asegura que la contaminación ha disminuido en la Zona Metropolitana de Monterrey, tendría que basarse en un inventario de emisiones de cada año.
Expertos en el tema aseguran que los datos que toma en cuenta el funcionario son muy variables, pues se elaboran a través de un promedio de los días con contaminación, lo que excluye distintos factores y puede prestarse a imprecisiones, ya que existen días en donde hay más lluvia que otros, o en los que se reporta más viento, lo que ayuda a limpiar el medio de ambiente.
Decir que bajó la contaminación sólo con estos argumentos no refleja la realidad de la calidad del aire en Nuevo León, pues lo conveniente es que exista un inventario de emisiones, y con eso se podría determinar con mayor precisión la situación de la contaminación.
El estudio del Centro Mario Molina refiere que en el año 2018 se contabilizaron mil 600 toneladas de especies contaminantes, pero al no haber un inventario de años anteriores y una metodología confiable para establecer si hay o no mejorías, pues no puede haber un punto de referencia. Además de que culpar a administraciones pasadas sería muy poco profesional dado el grave problema que se tiene, como ha dicho el propio Vital.
Por cierto, en la glosa del Cuarto Informe de Gobierno, más de cincuenta funcionarios estuvieron presentes en esta rendición de cuentas en horas laborales.
¿Qué no deberían estar trabajando atendiendo a la ciudadanía?