Luego del veto del PAN a Alberto Palomino, directivo del Club Tigres y abogado de Cemex, el desarrollador Artemio Garza se perfilaba anoche como el principal candidato para encabezar el Concejo Municipal de Monterrey, órgano que gobernará la capital de Nuevo León hasta que se elija nuevo alcalde en diciembre.
Palomino era apoyado por el PRI y por Morena en el Congreso de Nuevo León, pero fue vetado por el grupo legislativo del PAN, que encabeza Carlos de la Fuente.
Fue entonces que el nombre del desarrollador Artemio Garza, propuesto por el Consejo Cívico de Nuevo León, era hasta anoche la persona que tenía mayores posibilidades de ser designada para presidir el Concejo Municipal.
Hasta el cierre de esta columna no había acuerdo entre los diputados locales para la elección de los 30 integrantes del Concejo Municipal que gobernará la ciudad de Monterrey durante dos meses, hasta diciembre que se lleve a cabo la elección extraordinaria en la capital de Nuevo León.
Pero tras el veto a Palomino, Artemio Garza, presidente del Parque Fundidora y el principal desarrollador del Cañón del Huajuco, era el que tenía más posibilidades de ser elegido por los diputados como presidente del Concejo Municipal de Monterrey
El PAN no sólo vetó a Palomino, sino también al exRector de la UANL, Reyes Tamez, y al especialista en movilidad, Hernán Villarreal.
También se hablaba de Jaime Suárez, de la CMIC, como una opción para llegar a presidir el Concejo Municipal.
CEE, negligente e incompetente
¿Quién se robó la elección de Monterrey?
El panista Felipe Cantú y el priista Adrián de la Garza se acusan mutuamente de haberlo hecho y los dos pretenden apoderarse del discurso del fraude como su principal eje de campaña para la elección extraordinaria de Monterrey en diciembre
Pero hay un único responsable del vacío de poder que la ciudad de Monterrey está viviendo y es la Comisión Electoral de Nuevo León.
La incompetencia y negligencia mostrada por la CEE, que encabeza Mario Alberto Garza, en la organización de la elección del 1 de julio pasado, fueron los factores principales que consideró la Sala Superior del Trife para anular la elección regia.
Por vergüenza, por dignidad, los consejeros electorales de la CEE deberían de hacerse a un lado y dejar que el INE lleve a cabo la elección extraordinaria de Monterrey ejerciendo su facultad de atracción. Es lo mínimo que pueden hacer los consejeros electorales tras la monumental pifia que significó organizar la elección del 1 de julio.