El pasado miércoles 22 de abril, Diego Sánchez Garza se declaró culpable ante una corte de Estados Unidos por el delito de lavado de dinero.
La noticia no es menor considerando que la familia Sánchez Garza tiene un emporio de restaurantes y empresas en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) que creció con el aval y los permisos de autoridades locales.
En su haber, los hermanos Sánchez Garza y su familia cercana tienen los bares Barbaresco y Lucrecia en la colonia Providencia en Guadalajara. En este último fue asesinado un mesero a inicios de marzo.
Los Sánchez Garza también desarrollaron al menos dos centros comerciales de reciente creación, tanto en Zapopan como Guadalajara.
Y es que esta no sería la primera vez que el gobierno de Estados Unidos comprueba lavado de dinero en Guadalajara.
Está el caso de Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, capo del Cártel de Sinaloa que desarrolló Provenza, zona residencial de alta plusvalía en Tlajomulco de Zúñiga.
Por otro lado, la investigación pendiente es la del secretario de Turismo, Jesús Gallegos Álvarez, a quien se le está vinculando con el blanqueo de fondos.
Y la pregunta obligada para las autoridades locales es ¿no se dieron cuenta?; porque durante años estos negocios florecieron sin que nadie se preguntara el origen de los recursos, los apellidos de los propietarios.
Más vecinos en Horizontes Chapultepec
Tal parece que la excelente ubicación del polémico desarrollo Horizontes Chapultepec, en la colonia Americana, atrae a muchos personajes de la política local.
Y es que tanto alcaldes como exalcaldes de la ZMG tienen departamento en el complejo de cuatro torres; tanto priistas como miembros de la oposición.
Se sabe de al menos dos personajes más, además de los tres consejeros del IEPC, que cuentan con una propiedad en el complejo.
Quizá la información privilegiada a la que tuvieron acceso en sus puestos de gobierno los llevó a realizar la inversión en el complejo que se debatió por meses debido a la falta de viabilidad oficial.