En nuestro país el aborto en su dimensión personal es un tema de voz baja; deja de serlo en la calle o en los medios en su óptica ideológica. En lo personal se calla porque es un hecho que en términos generales no se aprueba…,cuando una mujer habla de su aborto lo considera un tema de intimidad y en voz baja y seguido normalmente de un “no lo volvería a hacer” con cierto rubor lo confiesa. Los hombres ni lo mencionan.
En México más de la mitad de los estados protegen jurídicamente al no nacido, consagrando en sus Constituciones Políticas el derecho a la vida desde el momento de la concepción, dicho de otro modo existen 12 estados y el D.F. donde los no nacidos pueden –justamente en su etapa más frágil- ser borrados del mapa de un plumazo; Veracruz, Nuevo León, D.F., Sinaloa, Durango, Guerrero, Estado de México Aguascalientes y Baja California Sur, por citar algunos, no protegen en sus respectivas Constituciones a los no nacidos.
Recientemente un grupo de personas se ha dado a la tarea de pedir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declare inconstitucional la defensa del no nacido en los estados de Querétaro, Oaxaca y Guanajuato.
Las razones que ellos esgrimen – salud, derechos de la mujer, etc.- siendo muy importantes carecen de peso ante el derecho a la vida, ellos y ellas no entienden que en el momento en el que al óvulo se une un espermatozoide se crea un nuevo ser, una nueva vida humana, tan humana como lo será tres, seis o nueve meses después.
Cómo quisiera que estos promotores del aborto hubiesen asistido a una cena en la ciudad de Monterrey en mayo de 1989, en la que el Dr. Bernard Nathanson, mejor conocido como el “rey del aborto” por los más de 60 mil abortos que practicó, comentaba que gracias a la ciencia alcanzó a ver con claridad que desde la concepción lo que existe es un ser humano vivo y que por esta razón su vida dio un giro de 180 grados y destinó el resto de sus días a promover la vida humana.
“Dios proteja a nuestros bebés’’, fue la frase final de la sesión con el Dr. Nathanson, que aseguró que son tantos los abortos que se practican al año, que en los Estados Unidos están empezando la comercialización de fetos, como si fueran “”un mercado de carne’’. Iniciaba la década de los noventas y se había descubierto entonces que los tejidos del embrión sirven para ayudar a aliviar enfermedades como la diabetes y el Mal de Parkinson, por lo que en muchas partes iniciaba la compra-venta de embriones con pingues ganancias económicas.
Mientras la SCJN debate las controversias que expusieron quienes quieren en el mejor de los casos desproteger a los no nacidos, un sector mayoritario de la sociedad apela al talento y buen juicio de los Ministros, especialmente de Margarita Luna Ramos, José María Pardo Rebolledo, Alberto Pérez Dayan y Alfredo Gutierrez Ortiz Mena que podrían ser la voz de los sin voz.