Redes de Poder: Rocha, ¿pierde red de protección?
Rubén Rocha Moya, a pesar de los graves señalamientos y las críticas a su gobierno, siempre contó con AMLO
Redes de PoderNo ha pasado desapercibido que con el cambio de sexenio a nivel federal, quien ha perdido a su máximo defensor es el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien a pesar de los graves señalamientos y las críticas a su gobierno, siempre contó con el presidente Andrés Manuel López Obrador para que abogara por él. Pero ahora, con otra administración, y no se sabe si sea por tratarse de otro estilo o bien porque se ha vuelto indefendible, ya la presidenta Claudia Sheinbaum parece querer mantener cierta distancia.
La muestra más clara se dio el día de ayer, cuando la mandataria ya no descalificó los señalamientos de un posible involucramiento del gobernador en una reunión que terminaría con la captura de Ismael Zambada o hasta en el asesinato de Héctor Cuen, y aseguró que será la FGR la que determine si investiga o no a Rocha. Ese distanciamiento no puede augurar nada bueno para el sinaloense.
Un intento estéril de Zambrano
Quien no parece resignarse es el expresidente del extinto PRD, Jesús Zambrano, quien recientemente dio a conocer que buscará la conformación de un nuevo partido político nacional, de la mano de las dirigencias estatales del sol azteca en las entidades que aún mantienen el registro. Incluso, adelantó que ya se reunió con la mayoría de los representantes del partido en lo local, con quienes habló sobre la conformación de un nuevo movimiento.
Lo que no dijo el exdirigente es que, si bien hay interés entre los líderes y operadores de lo que queda del PRD en trazar una ruta hacia adelante, les entusiasma mucho menos, al menos a la mayoría, seguir asociados con Zambrano y su corriente política, a quienes responsabilizan en gran parte por el extravío del partido en los últimos años.
Y es que, nos recuerdan, que legalmente Zambrano no tiene ya ninguna injerencia en los institutos a nivel local, quienes gozan de autonomía para tomar sus propias decisiones y no parece que vayan a ceder a las presiones. Ya se está viendo en entidades como el Estado de México o en la Ciudad de México, donde los dirigentes locales claramente han “pintado su raya”. Atentos.