En las últimas horas ha cobrado fuerza la versión de que el exgobernador de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, también podría sumarse a la búsqueda de la dirigencia nacional del PAN, una vez que concluya el periodo de Marko Cortés. Más allá de que el exmandatario cuente o no con posibilidades reales, contando con el apoyo del bloque panista de Guanajuato y algunos del ala más dura del blanquiazul, lo verdaderamente interesante va a ser como se mueve el tablero en caso de que Romero Hicks se “destape”.
Porque de momento, al interior del panismo, se percibe que Jorge Romero parte como el amplio favorito, pero si en determinado momento, el resto de los contendientes se unieran en un frente común, el pronóstico ya sería reservado. Recordemos que ya en su momento le pasó a Roberto Gil, quien a pesar de partir, en teoría, como amplio favorito, terminaría perdiendo en 2010 la interna ante Gustavo Madero. Atentos.
Una dirigente para Morena
Falta mucho por acomodarse de cara a la transición en el poder con la llegada de Claudia Sheinbaum, pero sin duda que todos estos movimientos también van a repercutir en el partido.
Lo que sí se espera es un relevo en la dirigencia nacional del partido, en el que lo cierto es que Mario Delgado ha cumplido con creces la tarea y se espera que ahora se integre próximamente al gabinete federal. Una vez consumado el avance de Morena a nivel nacional, nos dicen, la elección interna será uno de los pendientes en los que se quiere avanzar a continuación, y aunque no se da nada por hecho, nos dicen que al igual que en la Presidencia de la República, ahora Morena pondría también una presidenta.
A falta de que vayan confirmando sus intenciones, nos dicen que la actual secretaria general del partido, Citlalli Hernández es una de las posibles sucesoras de Delgado, mientras que otra candidata sería la actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. Muy pronto para un pronóstico, pero parece que las fichas se empiezan a mover.
