El pasado domingo se llevaron a cabo elecciones en dos estados, previas a la elección federal del 2024. Los resultados declaran ganadora a Delfina Gómez por el estado de México y Manolo Jiménez por Coahuila. En el fondo se enfrentaron dos proyectos: el representado por el presidente de la República y otro que por años gobernó al país. La opinión y el deseo de la población puede leerse a través del mapa electoral y la transformación que ha tenido en los últimos cuatro años.
El movimiento que encausa Andrés Manuel López Obrador –y que se convirtió en partido político en 2014– contendió por primera vez en las elecciones de 2015, alcanzando 8.4 por ciento de los sufragios.
En esa justa electoral venció a partidos con décadas de historia, los vencidos y sus porcentajes fueron, el Verde (6.9 por ciento), Movimiento Ciudadano (6.1), Nueva Alianza (3.7), Encuentro Social (3.3), PT (2.8), Humanista (2.1 por ciento), de acuerdo con datos del INE. Tres años después, en las elecciones de 2018, Morena se alzó victorioso respaldado con 53.2 por ciento de los votos, su oponente más cercano fue Ricardo Anaya con 22.3 por ciento, ni la mitad.
En 2018 también se alzaron victoriosos cuatro gobernantes que representaban al partido y al movimiento, comenzando con Chiapas y Rutilio Escandón; Veracruz, con Cuitláhuac García; la Ciudad de México, con Claudia Sheinbaum; Tabasco, con Adán Augusto López,y Morelos, con Cuauhtémoc Blanco. La marea guinda continuó en 2019 con Baja California y Jaime Bonilla, además de las elecciones extraordinarias en Puebla, donde resultó ganador Miguel Barbosa (QEPD).
En 2021, Morena ganó 11 entidades más, Baja California (ratificó el triunfó), Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Zacatecas y Tlaxcala. En 2022, se sumaron 4 estados Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo.
Sumando los resultados del domingo pasado Morena pasó de tener 0 entidades bajo su administración en 2017 a 22. Los triunfos en toda la república son el reflejo de los deseos de transformación. Millones de ciudadanos han salido a exigir un cambio por la vía democrática. ¿Qué sigue? Solo las elecciones más grandes que este país haya presenciado.
En 2024 se decidirá la continuación de un torbellino iniciado en 2015. Los contendientes con verdaderas posibilidades son Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Ambos cercanos al presidente. La pregunta fundamental es quién representa lo que las urnas están demandando, quién puede mantener el poder económico al margen y continuar el aumento de los derechos sociales para todos.
En los siguientes meses se llevará a cabo una o varias encuestas para decidir a la persona que continuará los esfuerzos de organización con miras a las elecciones de 2024. Es cierto que solo existe un Andrés Manuel y aunque su legado ya está escrito, el camino por un mayor bienestar para todas y todas depende de la Continuidad de la Transformación.