Mientras los diputados de Nuevo León mantienen en la congeladora la iniciativa para regular a los taxis Uber, mientras el narco infiltra la plataforma de taxis privados, en las calles de Monterrey se aplica la ley de la calle contra los choferes de esta empresa.
Este fin de semana se registraron varios casos de agresión en contra de vehículos Uber y choferes de esta plataforma por parte presuntamente de taxistas afines a la CTM.
Mientras el líder de la central obrera en Nuevo León, Ismael Flores, era aplaudido por los priistas en Guadalupe, sus choferes agredían a batazos unidades Uber sin importar la integridad de los pasajeros que estaban a bordo.
Esto es lo que ocurre en un estado donde la autoridad es omisa e incompetente para garantizar –como ocurre en cualquier ciudad de México, en cualquier parte del mundo- el servicio de taxis Uber.
Tanto admira el gobernador Jaime Rodríguez a don Alfonso Martínez Domínguez, que algunas cosas como estas agresiones de porros de la CTM, nos recuerdan a esa época.
Pleitos en Seguridad Pública
Que cada día que pasa se pone más complicada la relación entre el secretario de Seguridad en el Estado, el general Arturo González, y el director de Fuerza Civil, Jorge Garza Morales.
No hay que olvidar que Garza Morales –luego de la renuncia del general Cuauhtémoc Antúnez- buscó la secretaría de Seguridad, cargo que finalmente recayó en el militar.
La última discusión entre González y Garza fue provocada por el asesinato de José Guadalupe Pérez Muñoz, agente que estaba asignado al área de inteligencia de Fuerza Civil.
Un caso que por más que el Gobierno del Estado pretenda congelar, no lo podrá hacer.
El asesinato de Pérez Muñoz es un asunto de alta prioridad para las autoridades y agencias de Estados Unidos porque resulta que el agente de Fuerza Civil estaba colaborando con ellos en una investigación sobre delincuencia organizada.
Un priista leal y confiable
Desde la coordinación del PRI en el Congreso nos aseguran que no hay dudas sobre la lealtad del diputado Adrián de la Garza, quien asumió la presidencia de la Diputación Permanente en ausencia del priista Andrés Cantú, quien anda de viaje con el gobernador Jaime Rodríguez en Europa y la India.
Nos dicen que aunque de la Garza tiene una relación cercana con “El Bronco”, en varias ocasiones ha demostrado que su interés mayor es el PRI y así lo ha demostrado.
Que el coordinador del PRI en el Congreso, Marco González, tiene toda la confianza en su amigo Adrián, a quien le debe incluso haberlo apoyado en los dos golpes de estado con el que se intentó sacarlo de la coordinación tricolor.
