En Hidalgo, Pemex dejará una barda que no custodia sino matorrales, pero el tiradero de inversiones cobijadas por el director de la paraestatal ha dejado pequeñas fortunas a supuestos consultores, muchos vinculados al Cártel de Chicago.
Han armado operaciones ruinosas, que van desde créditos con garantía de las acciones de Repsol, hasta un ocurrente aumento en la tenencia oficial en esa empresa, que dejó pérdidas por varios miles de millones. En esa empresa en desgracia que no tiene petróleo, pero sí muy buenos amigos en la torre de Marina Nacional.
En este país donde Aburto, si es Aburto, el Lazca, si es el Lazca, y el hijo del Chapo, tampoco, Suarez Coppel no fue consejero del organismo porque sabía que no pasaría la prueba senatorial, ya que en esa instancia conocían -de sobra- eventos en los sectores público y privado que le inhabilitaban como buen administrador. Baste recordar cómo puso en bandeja de plata a la cervecería Modelo a merced del “Aliado Estratégico”, con derivados financieros que no pasan la prueba de la risa.
Ha puesto a la parentela como líder de los lodos públicos y ha hecho del factoraje un rentable negocio para sus mentores, quienes también tienen prestanombres, y, a la vez, prestan el dinero que en algún tiempo se llevaron a Miami, y que hoy, está de vuelta.
Sus obras no están en el subsuelo, sino más allá de las fronteras. Sabe que en la ASF no hablan inglés y que se resisten a incursionar en jurisdicciones transfronterizas para encontrar cómo este personaje es popular entre bancos de inversión y asesores financieros.
Por lo pronto, con inexplicables e insostenibles contratos de larguísimo plazo, que hacen girones nuestra soberanía energética, pretende dar clases a Argentina, que por un mínimo de decoro comenzó a echar de su territorio a las empresas que se sirven de bienes nacionales a costa de sus ciudadanos.
Al “Inge” dos meses le resultan suficientes para concluir la entrega de prebendas y asegurar que la próxima administración encuentre un descentralizado administrador de contratos y no de hidrocarburos. Con su firma, compromete las reservas. Es mediante una intrincada red de corporaciones en el exterior, que el inefable director ha podido hacer que lo negro parezca blanco y lo blanco se torne invisible.
No obstante, ha sido el uso de paraísos fiscales, de fideicomisos regidos por las leyes de Delaware y de agencias externas, lo que ha permitido que la cuenta pública que se pone a consideración de la Cámara de Diputados sea sólo un opaco breviario de lo que son las finanzas de Pemex.
Sí, un rompecabezas inexplicable en el que el gobierno federal ha sufragado gasto corriente con cargo a anticipos de impuestos, en el que el mantenimiento es más que deficiente, pero aún así su área de finanzas juega a las coberturas en las que ganan los de adentro y los de afuera.
De la refinería ya ni hablar, del número de cuerpos hallados y faltantes en la reciente explosión menos. Pero, de cómo amarró a Ramírez Corzo, a los 40 enviados del tío Gil Díaz y a sus amigos de “majatlán”, mucho hay que hablar.
Los tenebrosos PIDIREGAS generaron pérdidas -de construcción conceptual- por varios miles de millones de dólares, donde otros consultores aún se cobijan. El problema real es la corrupción ¿Se necesita reforma o purga?