No es casualidad, nos dicen, que muchos aspirantes a la candidatura del frente opositor para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México hayan comenzado a ejercer presión, tanto públicamente como al interior, a las dirigencias nacionales y locales de sus respectivos partidos para que ya exista una definición más clara y sobre todo plazos para dar a conocer el método para la selección de quien abandere a la coalición. Y es que, lo que algunos temen es que avance más el proceso para la candidatura presidencial, y que alguno de los que queden fuera o se bajen de la contienda se puedan meter a la contienda local, evidentemente con el apoyo de la dirigencia. ¿Será?
Herencia, también de violencia
Tiempos más que complicados para la administración de Miguel Ángel Riquelme en Coahuila, que en el cierre de su sexenio está cosechando todo lo que sembró con sus fallidas políticas y por su desdén. Unas finanzas públicas más que comprometidas, un campo abandonado, corrupción y lo que se acumule. A todo eso se suma ahora un preocupante aumento en la violencia, así dan cuenta los hechos registrados en la entidad en las últimas horas, con la pérdida de vidas humanas y con la zozobra entre la población. Vaya herencia que dejará Riquelme. Pero ni con toda la crisis que se desató en materia de seguridad en lo que va de la semana, el mandatario dejó de lado sus “reuniones” en el restaurante Don Artemio, en Saltillo, donde siguió despachando, hasta altas horas de la noche con su grupo de incondicionales y aduladores.
Falta autocrítica en MC
Cierto es que los emecistas están en todo su derecho de defender su proyecto y hasta de criticar a los otros partidos, pero tal parece que en su “estrategia” les hace falta mucha autocrítica, pues vaya que descartar sistemáticamente sumarse o de de explorar alguna alianza cuando los números de sus propios sondeos proyectan que incluso en la capital del país estarían en riesgo de perder su registro, ante la escasa intención de voto, suena más bien a un autosabotaje. Ya veremos.