Redes de poder: Un último tiro en el Senado

Los integrantes de las comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda, en el Senado de la República, están citados esta tarde con el único propósito de discutir el dictamen que fue devuelto por el Pleno, tras una controvertida sesión, y que propone ampliar las labores de las Fuerzas Armadas en materia de Seguridad Pública hasta 2028, en lo que podría ser el último intento de aprobar estos cambios constitucionales. Nos dicen que, a pesar de algunos acercamientos, las posturas aún están muy alejadas, lo que no permite a Morena y sus aliados contar con los votos necesarios, y los guinda tampoco estarían abiertos a algunas modificaciones sugeridas por la oposición. Se espera que el estira y afloja continúe durante el día, aunque de inicio se descarta llevar nuevamente el dictamen al Pleno del Senado en caso de no haber consenso, por lo que la iniciativa se daría por perdida. Atentos.

Hora de definiciones

A Julio Menchaca Salazar, nuevo gobernador de Hidalgo, se le ha visto muy cercano al secretario de Relaciones Exteriores y aspirante a la candidatura presidencial de Morena, Marcelo Ebrard. Se dice que ambos, además de grandes amigos, se perciben como aliados y les une proyecto político en común. ¿Será que ya estamos en tiempos de definiciones y Menchaca ya tomó su posición?

Anaya y la distancia

El Partido Acción Nacional comenzó ayer con una serie de foros con la mira puesta, principalmente, en la sucesión de 2024 y lo hizo con algunos de los pesos pesados del partido y otros que han sido considerados “presidenciables”, como el diputado Santiago Creel o el gobernador yucateco, Mauricio Vila. Nos dicen que por espacio y tiempos se espera que en los próximos encuentros puedan tener juego otros aspirantes azules, aunque a quien no se considera, por su situación particular, es al excandidato presidencial Ricardo Anaya, quien, nos dicen, no solo se mantiene a mucha distancia geográfica del país sino prácticamente ajeno a la vida partidista, por lo que, a pesar de su propia plataforma, el panismo no lo ve como un serio contendiente interno.