Redes de poder: Sin vigilancia ni transparencia
Un estudio de Transparencia Mexicana pone en evidencia la falta de transparencia que se está viviendo en este contexto de emergencia sanitaria. De acuerdo con la organización, solo uno de los 33 órganos de fiscalización superior en el país ha iniciado auditorías especiales por el Covid-19. El único que está vigilando cómo se ejercen los […]
Redes de PoderUn estudio de Transparencia Mexicana pone en evidencia la falta de transparencia que se está viviendo en este contexto de emergencia sanitaria. De acuerdo con la organización, solo uno de los 33 órganos de fiscalización superior en el país ha iniciado auditorías especiales por el Covid-19. El único que está vigilando cómo se ejercen los recursos para atender la pandemia es el órgano fiscalizador de Sonora. Es decir, ni la Auditoría Superior de la Federación, ni los órganos del resto de los 31 estados están cuidando el ejercicio presupuestal. Sin duda la rendición de cuentas acerca del combate al coronavirus será un gran dolor de cabeza en los siguientes meses y años.
Cada quien su ‘nueva’ normalidad
Más tardaron el Consejo de Salubridad y el presidente López Obrador en anunciar la estrategia del regreso a la “nueva normalidad” que los gobernadores panistas en advertir que no es posible reabrir actividades económicas hasta que el descenso en los contagios de Covid-19 lo permitan. En realidad esto reafirma que, independientemente de quien pueda tener “la razón”, no hay entendimiento entre la Federación y los mandatarios azules, aunque lo cierto es que ni siquiera con los gobernadores afines a la 4T hay total coordinación. Esta situación, más allá de exhibir diferencias políticas, podría poner en riesgo una reactivación segura. ¿Se podrán poner de acuerdo todas las partes?
Miden diferente
Después de que se anunciara el proceso de expulsión del partido del diputado local de Veracruz, Antonio García Reyes por votar a favor de una reforma en materia electoral impulsada por Morena, muchos militantes priistas ya comenzaron a cuestionar el por qué el partido no tuvo la misma respuesta con los diputados priistas de Baja California que en su momento respaldaron la Ley Bonilla. ¿Por qué en el PRI no se mide con la misma vara?, ¿En dónde quedó la congruencia?