Pareciera que el mes de septiembre, cuando inicia el primer periodo ordinario del último año legislativo aún se ve lejano, pero no tanto en el Senado de la República, en donde algunos legisladores, principalmente en la bancada de Morena, ya comienzan a moverse para tener una mayor influencia en el cierre de la legislatura. Y aunque ha comenzado a trascender que algunos legisladores guinda volverían intentar remover al zacatecano Monreal de la coordinación, pareciera que ese objetivo habría pasado a ser secundario, si es que aún está en el radar ante lo complicado que se presenta el reto. Pero, en lo que sí podría haber un choque entre los dos grupos al interior de Morena es para la definición de la presidencia de la Mesa Directiva, que para este último año correspondería a una senadora del grupo. Hay que recordar que tras el fallido nombramiento de un comisionado del INE, al cierre del pasado ordinario, Monreal habría perdido, en gran parte, la confianza de las bancadas opositoras, cuyo aval había sido clave para que no se complicara el nombramiento de la presidencia. No parece que ni al interior, ni al exterior, vaya a ser una negociación sencilla. Veremos.
En control de la sucesión
Por si no había quedado claro de quién sigue teniendo el control de la sucesión presidencial, a pesar de las afirmaciones que se trata de un asunto meramente partidista, el presidente López Obrador pidió no adelantarse a los tiempos y respetar los procesos a los aspirantes a la candidatura en 2024, esto tras las inquietudes expresadas por el canciller Marcelo Ebrard. Si en 2021 parecía muy anticipado el destape de algunos aspirantes, por parte del propio mandatario, pareciera que ahora la intención es que bajen un poco las revoluciones, ya sea para intentar prevenir, o al menos retrasar, un choque frontal entre las corcholatas, o, como nos hacen ver, empezar a perder el ritmo que les ha venido marcando. Va a ser muy interesante ver cómo se empieza a aclarar el panorama tras las elecciones en Coahuila y el Estado de México.