El cruce de ataques y filtraciones que se desató tras la polémica del presidente Andrés Manuel López Obrador, al hacer público el teléfono de la periodista de The New York Times, Natalie Kitroeff, dejó en evidencia que poco importa el respeto a la Ley, y la guarda de los datos personales de terceros, mientras se trate de “defenderse” o de golpear políticamente. Lo cierto es que lo sucedido en los últimos días, en los que incluso las candidatas presidenciales han recibido amenazas en sus teléfonos particulares, podría ser apenas el aviso de lo que viene para el arranque de las campañas federales, en apenas unos días, y no es más que el resultado de la polarización que se ha venido profundizando desde hace ya un tiempo considerable, tanto del bloque oficialista como del opositor. Eso sí, ojalá que todo quedara en en un intercambio de señalamientos, pero lo cierto es que, nuevamente el fin de semana, volvió a quedar en evidencia que este proceso electoral ya es el de mayor riesgo para la integridad de candidatos y actores políticos, y el ambiente hostil tampoco ayuda.
Complicaciones para Nieto
Pareciera que el panorama político se le ha complicado en los últimos días a Santiago Nieto Castillo, aspirante al Senado de la República por Morena en Querétaro. Y es que, además de que ha tenido que salir a sostener que se mantiene firme en sus aspiraciones a la Cámara alta, ante la desestabilización que generó en la entidad el rompimiento con el Verde, el propio Nieto ha tenido sus particulares contratiempos. Nos dicen que Morena en Querétaro le habría dado la espalda, la dirigencia no responde a sus llamados y que incluso el senador Gilberto Herrera se niega a vincularse con él. Estas señales indican que su eventual escaño estaría en riesgo, dejando su futuro en la incertidumbre. Veremos cómo termina todo para el controvertido extitular de la UIF, quien desde que dejó el despacho de la Procuraduría en Hidalgo no las ha traído todas consigo.