El formato del informe del gobernador de Nuevo León en “la casa del pueblo”, el Congreso local, resulta obsoleto para los tiempos actuales, debido a que la rendición de cuentas de Samuel García en 365 días, desde el momento en el que tomó protesta, ha sido prácticamente nula.
No obstante, lo más lamentable es que algunas bancadas usan este ejercicio para negociar con el mandatario y “no tirarle” críticas, lo cual no es exclusivo de este gobierno, pues sucede desde administraciones pasadas.
Por ello, este formato del informe tendría que cambiar, lo que implica una reforma del reglamento interno del Poder Legislativo.
Nos dicen que en esta ocasión, se solicitó que el mandatario Samuel García acudiera a informar su labor frente al Gobierno, para que, posteriormente, los legisladores pudieran señalar los aciertos y desaciertos y evitar que este informe se convirtiera en un pobre debate.
Tal y como ocurrió el viernes pasado, Samuel utilizó casi todo el tiempo en responder las críticas y señalamientos de diputados. Otro de los aspectos importantes de este formato, es que a cada informe acuden funcionarios en horario de trabajo, lo que no dejó de pasar en esta ocasión.
Ley de Bienestar animal es letra muerta
La Ley de Protección y Bienestar Animal estatal cada vez se acerca más a convertirse en letra muerta. Durante este año, se han suscitado múltiples casos de maltrato y crueldad animal, sin que existan castigos ejemplares que hagan valer la protección prevista para estos seres sintientes.
Los caballos continúan siendo maltratados, pues son usados para arrastrar carretas con carga, y aún no se ha hecho nada al respecto. La Secretaría de Medio Ambiente, a cargo de Alfonso Martínez, no ha planteado una estrategia, junto a los municipios, para erradicar estas prácticas y que los animales de arrastre sigan viéndose en la Zona Metropolitana de Monterrey.
En Juárez ya murió un caballo, precisamente por estar arrastrando la carga de una carreta, y no hay sanción.
Pero esto no es todo, la omisión en el Centro de Control Canino y felino de San Pedro, que dejó a su paso una perrita fallecida, sigue impune. ¿Por qué no se aplica la Ley y el Código Penal en este caso?
