El supuesto ejercicio de participación ciudadana “Gestión Sostenible del Río Santa Catarina”, no permitió que se suscitara un debate real entre la población y los funcionarios.
Los titulares de las secretarías de Movilidad, Hernán Villarreal; de Medio Ambiente, Félix Arratia; y de Participación Ciudadana, Ximena Peredo, solo escucharon a los ambientalistas y guardaron silencio.
Esa fue una de las condiciones impuestas por Peredo para llevar a cabo este foro. Por otra parte, la postura ciudadana de preservar la vegetación del río fue contundente.
Ayer, en rueda de prensa, Hernán Villarreal siguió asegurando que el desmonte ocurrió debido al riesgo de que un huracán golpee la localidad, el río se desborde e inunde la ciudad.
Hernán focaliza el riesgo solo en el Río Santa Catarina, sin embargo, no menciona otras zonas de alto peligro que están señaladas en el Atlas de Riesgo, tales como los sectores de Pueblo Nuevo, en Apodaca; Villas las Fuentes, al sur de Monterrey; y la colonia Anáhuac en San Nicolás.
La epidemia de nuevos partidos
El Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Nuevo León (IEEPCNL) aprobó el nacimiento de cuatro nuevos partidos los cuales podrán participar en el proceso electoral 2023-2024, lo que al final se convertirá en una carga más para los ciudadanos.
Se trata de Esperanza Regia de Adalberto Madero; Vida de NL, de Pedro Diaz Delgado; el Partido Liberal de Nuevo León, de Armando Javier Treviño Torres; y el Partido Encuentro Solidario Nuevo León, de Jorge Antonio Ruiz Velasco.
Ninguno de estos nuevos institutos políticos tiene realmente una oferta electoral interesante o diferente, y pareciera que lo que buscan es una alianza con partidos consolidados para alcanzar alguna regiduría o diputación por representación, además de su supervivencia, claro.
Nos dice el diputado de Morena, Waldo Fernández que estos nuevos partidos representan una pluralidad disfrazada y que los ciudadanos tendrán que financiarlos, con sus impuestos, con alrededor de 2 millones de pesos, por cada uno.
Velasco y Madero son actores políticos reciclados de otros partidos, mientras que Díaz Delgado resultó hermano de la morenista, Judith Díaz, delegada de los programas de Bienestar.