El secretario de Finanzas y Tesorería, Carlos Garza, convocó a una rueda de prensa para ofrecer un informe acerca de las finanzas estatales.
Nos dicen que había muchos periodistas cubriendo el evento, y aquí es donde sale a relucir la incongruencia respecto a la muy mencionada sexta ola de COVID-19 en la entidad, y la emergencia de salud recientemente decretada por la secretaria de Salud, Alma Rosa Marroquín.
Mientras el Periódico Oficial y la Secretaría de Gobierno, entre otras oficinas, están cerradas debido al aumento de casos de esta enfermedad, resulta que el tesorero provoca aglomeraciones poniendo en riesgo la salud de los periodistas y del personal de la dependencia que encabeza.
Cada día que pasa se pone aún más en entredicho el decreto de la sexta ola de esta enfermedad, por parte de la titular de Salud, debido a que para unas dependencias si existe el aumento de casos y cierran sus puertas, mientras que otras siguen operando sin ningún contratiempo.
El comportamiento de Alma Rosa Marroquín solo genera muchas dudas sobre esta sexta ola de COVID-19. Por cierto, empresarios del sector restaurantero han salido a decir que el uso de cubrebocas obligatorio les está afectando en este cierre de año.
Última llamada contra ruptura
Muy probablemente este martes o miércoles pueda darse un acercamiento entre Cesar Garza, alcalde de Apodaca, y el gobernador Samuel García, nos aseguran. El tema principal por el que ambos podrían estar interesados en una reunión, es el presupuesto de egresos. A su llegada, tras su gira por Europa, el mandatario tomará la decisión acerca de si habrá o no acuerdo con Garza en este tema.
Es decir, aún hay esperanza de contar con un presupuesto balanceado, que beneficie a los ciudadanos de Nuevo León y no a los miembros de un partido político. Sin embargo, nos dicen, hay serias dudas de que este asunto avance de la mejor manera.
Estas previsiones se deben a las declaraciones del tesorero Carlos Garza, quien aseguró que se aplicará el presupuesto de este año para el 2023, pese a que esto podría causar un conflicto jurídico mayor.
En caso de que no se llegue a un acuerdo, tras la aprobación de reformas de la Comisión de Puntos Constitucionales para modificar la nueva Constitución del mandatario, donde le quitan poco más de una decena de atribuciones, esto podría constituir una señal de que Nuevo León se convertirá en un sistema parlamentario.
