La declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador acerca de que las cerveceras podrían detener su producción por la sequía, al menos en Nuevo León, independientemente de la controversia que ha generado, evidencia que sí existen elementos para contemplar esa veda, sobre todo por la crisis hídrica en la entidad.
Y así como hay voces que aseguran que los neoleoneses tienen que acostumbrarse a vivir en sequía, sin agua, los industriales también podrían tener que acostumbrarse a que habrá menos agua para producir la cerveza y a que en ocasiones podría no haber.
Es decir, no tendrían que refutar la declaración, y más porque los acuíferos de donde sacan agua están abatidos.
El presidente dijo que el agua que se está extrayendo tiene arsénico, que es un elemento químico dañino para la salud, algo que el activista, Guillermo Martínez Berlanga, anticipó hace años.
Y esta declaración de que las cerveceras se vayan al sur de México a producir, y no se ubiquen en el norte es también un mensaje a los principales adversarios del proyecto de Morena en tierras regias, un grupo que parece liderado por Femsa, de José Antonio Fernández Carbajal.
Se promueve suplente de Guidi
A menos de una semana del proceso interno de Morena en Nuevo León, ya comienza la promoción de las mujeres. Nuevos consejeros de este partido ya están impulsando a algunos perfiles para el liderazgo estatal, buscando acomodar a su candidata para ocupar el Comité Ejecutivo.
Eso sí, nos dicen que quien ya se siente presidenta estatal de los morenistas es Esthela Silva Zapata, suplente de la legisladora de Movimiento Ciudadano, Guadalupe Guidi Kawas, quien llegó al Congreso por la vía plurinominal desde Morena y se cambió a la bancada de los emecistas.
Nos aseguran que Silva Zapata presume tener el apoyo de la mayoría de los consejeros, lo que está por verse. Este proceso de renovación de la dirigencia pinta para que esté lleno de inconformidades.
Nos dicen que no se han dado a conocer los resultados finales de la elección de consejeros, los cuales se podrían saber dos días antes de la celebración del Congreso estatal que votará por la nueva presidenta y eso truncará cualquier impugnación, pues se permiten hasta cuatro días después de los resultados, lo que deja un escaso margen para ello.
