Aunque algunas voces aseguran que Juan Ignacio Barragán, director de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, se fue “algunos” días de vacaciones, la realidad es que estará ausente por casi dos semanas.
Como no se aclaró en el comunicado interno si la licencia de Barragán Villareal era por vacaciones, decenas de trabajadores recibieron desde el pasado viernes con júbilo la noticia. Incluso, nos dicen, muchos “rezan” para que ya no regrese.
El reglamento interno de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey establece en su apartado “suplencias del titular” que cuando la ausencia del director sea menor de 15 días, él mismo puede nombrar a un encargado de despacho, que en este caso fue el abogado David Olivo Guzmán. ¿Sabrá el gobernador Samuel García que alguien inexperto en temas hídricos es actualmente el encargado?
Habrá que recordarle a García que el trabajo de Mario Esparza en la regulación de presiones estabilizó la crisis de agua, y que, sin duda, debió quedarse al frente de este órgano.
Lo que se percibe con estos movimientos es que parecería que se está bloqueando a Esparza, algo que genera dudas entres los ciudadanos, quienes al final son los que pagan los errores de Barragán.
Ataque queda sin castigo
El video de un osezno arrastrándose por la Sierra de Santiago después de que fue herido por un arma de fuego ocasionado que sus extremidades traseras quedaran paralizadas, pone en evidencia la falta de empatía de muchos neoleoneses.
Esta agresión aún permanece en la impunidad y no se ha informado si existe una investigación o hay alguna pista sobre la persona o personas que dispararon a este oso de aproximadamente siete meses.
¿Dónde está Alfonso Martínez, secretario de Medio Ambiente?
Lo más lamentable en esta agresión es que es producto de la desatención de autoridades estatales y federales por 15 años en la protección del oso negro en la entidad para sensibilizar a toda la ciudadanía en este tema.
Actualmente, nuevas generaciones de osos continúan bajando de la sierra en busca de alimentos, tal como se lo enseñaron sus padres. Como sociedad tampoco se ha aprendido a buscar nuevas formas de manejar los desechos, sobre todo los orgánicos, que rresultan ser los que terminan atrayendo a estos ejemplares.
