El gobernador del estado, Samuel García Sepúlveda maneja claramente un doble discurso. Ayer, durante su tercer informe ante la ciudadanía, el mandatario estatal sacó su bandera blanca, pidió paz, pidió en su discurso llegar a la reconciliación, dejar a un lado los pleitos que él y los políticos, ya sea alcaldes, diputados o dirigentes del Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional, sostienen desde hace más de dos años.
García Sepúlveda admite haber cometido errores en el desarrollo de su gestión, pero insiste en ya cesar este pleito.
Sin embargo, él y su equipo manejan un doble discurso, por un lado éste, de reconciliación, pero por el otro, en el actuar no cambian nada.
Hace tres días, su secretario General de Gobierno, Javier Navarro condicionó a que primero los diputados locales aprobaran el presupuesto 2025, antes de sentarse a solucionar cualquier conflicto, aunado a ello, los alcaldes emecistas, de Guadalupe, Héctor García y de Juárez, Félix Arratia, no se han integrado a la Asociación Metropolitana de Alcaldes y súmenle los recursos pendientes por entregar a los municipios desde 2023.
Si no da el gobierno el primer paso, difícilmente le creerán al gobernador su discurso de acabar con la guerra y regresar a la mesa de diálogo y reconciliación.
Presume “nueva” policía
Por su parte, el secretario de Seguridad de Nuevo León, Gerardo Guadalupe Escamilla Vargas, y a propósito de este tercer informe de gobierno, presume que en relación a las estadísticas en materia de seguridad van viento en popa, a pesar de que cualquier ciudadano puede constatar lo contrario: cada vez hay más presencia y participación de la delincuencia organizada.
