El área verde de la Macro Plaza está siendo retirada con maquinaría pesada. Y hasta el momento, el organismo descentralizado Parque Fundidora, a cargo de Bernardo Bichara, no ha informado cuáles son los criterios para quitar el zacate.
Resulta inexplicable que padeciendo un déficit de zonas verdes se quiera acabar con lo poco que se tiene en el primer cuadro del municipio de Monterrey. Ayer se observó a los trabajadores retirando el pasto natural.
Pareciera que no es prioritario para Bichara el cuidado de estas áreas verdes, a pesar de que anunció que el Parque Fundidora tiene una planta de agua tratada. Sólo falta que este retiro de zacate sea parte del programa del secretario de Medio Ambiente, Alfonso Martínez, para sustituirlo por pasto de plástico, sintético.
Por cierto, ahora que la bancada de Movimiento Ciudadano, a cargo de Eduardo Gaona, promueve quitar el IVA cuando un ciudadano compre un árbol para sembrar, tendría que subir un punto de acuerdo para que se explique por qué se está quitando pasto natural de la Macro Plaza.
Más ataques a Fuerza Civil
Muy preocupante resultó el ataque a elementos de Fuerza Civil que custodiaban a una caravana de familiares que iban a vacunarse contra COVID-19 en la conexión fronteriza del municipio de Colombia. Se reportaron tres elementos heridos en el municipio de Anáhuac.
Realmente no cambia mucho el hecho de que la Secretaría de Seguridad Pública, a cargo de Gerardo Palacios Pámanes, informe que el ataque haya sido cerca o lejos de la caravana ciudadana, lo que queda claro es que el crimen organizado no se va a detener y no le importa si hay población civil de por medio.
Sin duda no se garantiza la seguridad y, afortunadamente, no resultaron heridos más elementos o integrantes de la población civil, pues hay que resaltar que incluso menores iban en la caravana. Ahora, más allá de este ataque, se tiene que encender la alerta en Nuevo León, pues dos meses después de la llegada de Palacios Pámanes como titular de la Secretaría de Seguridad, realmente no parece haber una mejora en la situación de la entidad.
Incluso se percibe que la inseguridad se ha agravado, por la posibilidad de que los ataques del crimen organizado se trasladen a la Zona Metropolitana de Monterrey, como ha ocurrido en los años más violentos en 2010, 2011 y 2012.