Qué ironías tiene la política de Nuevo León.
No hace mucho tiempo, cuando eran militantes de hueso colorado del PAN, Sandra Pámanes y José Alfredo Pérez Bernal, quienes además fueron dirigentes panistas, sostuvieron una serie de desencuentros, serios.
En este pleito, la palabra “defender” no estaba en el vocabulario de Pámanes, mucho menos en Pérez Bernal, pero, ahora, todo cambió.
Resulta que ayer, Sandra Pámanes, ahora como diputada de Movimiento Ciudadano subió a tribuna para defender que Pérez Bernal tomara protesta, quien aún es legislador suplente de Morena a pesar de la licencia de Waldo Fernández. En la incongruencia política, todo se vale.
Por cierto, Rosaura Guerra, quien sigue siendo la suplente de la legisladora del PRI, Alhinna Vargas, continúa reprochando que no se le ha tomado protesta, y nos dicen, que con el regreso de la priista, seguirá sin ocupar una curul. En el mismo sentido estará Pérez Bernal, quien tendrá que esperar más días en la banca legislativa.
Karina regresa a “su casa”
La diputada federal del PRI, Karina Barrón, regresó a la casa política que la vio nacer: el Comité Estatal del PAN.
Barrón, llegó como panista a ocupar una curul en 2015, dejando a la bancada azul, pues conformó el Grupo Legislativo Independiente, junto con otro legislador de Acción Nacional, Marco Antonio Martínez.
Poco tiempo después, Karina se sumó a la bancada de Movimiento Ciudadano, en ese entonces liderada por Luis Donaldo Colosio Riojas, con quien sostuvo un desacuerdo que la llevó a sumarse al PRI.
Y ayer, durante la presentación de la coalición Fuerza y Corazón por México en la sede del PAN, se hizo presente Karina, quien está en la lista de candidaturas para el Senado de la República.
En el evento, el dirigente actual del PAN, Hernán Salinas, aseguró que esta alianza aportará un millón de votos para la candidata presidencial, Xóchitl Gálvez, por decir lo menos, una cifra que resulta, sin duda, un gran desafío. Veremos después del 2 de junio si se cumple.