El éxodo masivo de alcaldes y diputados locales a Movimiento Ciudadano, partido que encabeza Horacio Tijerina en la entidad, tiene, sin duda, un fuerte mensaje rumbo a la elección de 2024; y una intención muy clara por parte de los emecistas: debilitar al PAN y al PRI en el estado, los partidos hegemónicos.
La armonía que tenía el gobernador Samuel García, dicho por sus propias palabras, con los diputados priistas y panistas, que tienen mayoría en el Congreso, se acabó días después de la vista del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y el desistimiento del diputado de Morena, Waldo Fernández, a dos iniciativas que quitan atribuciones al Poder Ejecutivo, órganos financieros y fiscales estatales, y el silencio que ha guardado este partido, perfila una intervención de la Federación para fortalecer al gobierno de Samuel García, y quién sabe si, de paso, debilitar al tricolor y al blanquiazul.
La lección que puede quedar para los líderes priistas y panistas en la entidad, tales como Francisco Cienfuegos, Zeferino Salgado y Raúl Gracia, es que se debe diversificar la oportunidad a otros militantes al interior del partido.
Ya no hay “minibancadas”
Por otro lado, los líderes partidistas tendrán que dejar de minimizar a las bancadas minoritarias, porque ahora sí su voto vale mucho para una reforma constitucional.
Se trata del Partido Trabajo, de Anylú Bendición; Morena, de Jessica Martínez; así como el Partido Verde Ecologista de México, de Raúl Lozano, quienes de momento se mantienen firmes a pesar de los movimientos de otros legisladores.
Hoy estas bancadas en el Congreso pasaron de una minoría a convertirse en un bloque que puede inclinar la balanza en cualquier lado. Y se verá su habilidad para llegar a acuerdos y negociaciones para sacar adelante sus iniciativas.
La grilla interna que viene
Y en cuanto a la bancada de Movimiento Ciudadano, ya integrada en 70 por ciento por diputados de otros partidos y con diferentes ideologías, se agudizarán aún más las diferencias internas que tienen.
No se puede imaginar a Roberto Farías votando a favor del aborto, por citar un ejemplo.
No se puede imaginar a Héctor García ser un diputado más, sin peso en esta bancada y sin querer ser el coordinador, que para eso brincó, sí, para desbancar a Eduardo Gaona como líder de este grupo legislativo.
¿Y cómo poder confiar en esta bancada? Si existen legisladores como García y Farías que traicionaron la voluntad de la ciudadanía que le dio su voto para que sean sus representantes, incluso, ¿cómo confiar en un compañero si han traicionado a quien los apoyo?