Dicen que al interior de la 4T ya se encendieron las señales de alerta por la posible alianza que se va conformando entre el clan Batres y el Ackerman–Sandoval. Nos cuentan que la presencia de Netzaí Sandoval, como coordinador de la ponencia de la ministra Lenia Batres y de Rodrigo Roen Acosta Oakes, esposo de Valentina Batres, en la CNDH, son parte de las piezas que se necesitan para impulsar el “asalto” a la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX a través de Hilda Téllez Lino, titular de la Tercera Visitaduría de la CNDH. Esta nueva agrupación de influyentes familias están en la búsqueda de espacios para el próximo año, ya que de acuerdo con sus cálculos, Rosario Piedra no repetirá un segundo periodo al frente de la CNDH y lo mejor es mudarse en grupo a la Comisión de la Ciudad de México.
En este enredo, el jefe de Gobierno, Martí Batres, es quien lleva la voz cantante y acomoda a los integrantes de los que van en el mismo barco y que le dejen dividendos políticos. Así pueden orquestarse los reacomodos en los siguientes meses. Atentos.
Rumbo al futuro electoral
Una vez pasado el furor las elecciones, aunque aún falta desahogar el tema de los tribunales, las reflexiones por parte de los Institutos Electorales, sobre todo a nivel local comienzan a resaltar, entre ellas la necesidad de impulsar el voto electrónico, puesto que aseguran que esta acción economizaría las elecciones, algo muy importante con la austeridad que se espera; además agilizaría el proceso de emisión del voto y ayudaría a tener resultados más rápido después de la jornada electoral. Hay que resaltar que algunas entidades como Jalisco, ya cuentan con su propia urna electrónica, mientras que en otras como el Estado de México, que cuenta con el padrón más grande, han quedado rezagados en el tema.