Esta misma semana comenzarán la discusión, y sobre todo la negociación para intentar la aprobación de una reforma electoral, cuyo dictamen, se espera, tendrá importantes modificaciones con respecto la iniciativa planteada originalmente por el Ejecutivo federal. Hay algunos planteamientos que, ya se ha advertido, serán inamovibles, como la propuesta de elegir a los consejeros electorales mediante el voto directo, lo que prácticamente descarta cualquier acuerdo con el PAN, PRD o MC; sin embargo la gran duda es el papel que pueda jugar el PRI, cuyos votos podrían inclinar nuevamente la balanza, hacia un lado o hacia el otro. De entrada, sus principales líderes como Rubén Moreira y Alejandro Moreno han descartado cualquier iniciativa que debilite al actual INE, aunque ya a la hora de la verdad, en San Lázaro el pronóstico es reservado. Se trata de la última gran reforma que buscaría el presidente López Obrador, por lo que la presión va a ser mucha sobre los diputados de su bancada, y también sobre aquellos de otros grupos. Atentos.
Negativa en CDMX
Aunque la aprobación en Congresos locales de la reforma que amplia la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad hasta 2028 se perfila a ser prácticamente de trámite, pues Morena y sus aliados controlan más del mínimo requerido, tal parece que en algunas entidades van a enfrentar resistencia por parte de la oposición. Así pinta, por ejemplo, en la Ciudad de México, donde el PAN ya adelantó que no apoyarán la iniciativa aprobada en el Congreso federal, y en esta campaña de rechazo, nos dicen, también podrían participar activamente los alcaldes opositores y dirigentes de partidos. Que se apruebe en la mayoría de los poderes legislativos locales es lo más posible, pero parece ser que en la capital del país, y en donde puede haber uno de los mayores focos de atención, la decisión va a estar muy dividida.