Después de la condena que hizo ayer la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al Estado mexicano y la petición para que se hagan modificaciones relativas la prisión preventiva oficiosa en el país, seguramente la respuesta desde Palacio Nacional no tardará en llegar. Durante su conferencia matutina de ayer, aunque aún estaba en curso después de conocerse la resolución, el presidente López Obrador no dio ningún comentario ni fue cuestionado al respecto, pero seguramente hoy no dejará pasar la oportunidad. Ya en otras ocasiones ha arremetido en contra de la CIDH y otras instancias por, presuntamente, utilizar a las víctimas. Pero lo verdaderamente interesante será conocer si se hará caso a las recomendaciones, que son vinculatorias, o se pasarán por alto. Atentos.
Postura ¿reveladora?
La rebelión de 90 diputados federales, de Morena y aliados, que expresaron su negativa ante las reformas que limitan las facultades del TEPJF, ocasionó que el propio secretario de Gobernación, Adán Augusto López, acudiera a San Lázaro para intentar destrabar la negociación, lo que finalmente parece que se logró, con un documento modificado, eso sí, tras las inquietudes expresadas por los legisladores, sobre todo en materia de representatividad de las minorías. Más allá de haberse logrado, al parecer, un consenso, no es muy común que los diputados de la 4T suelan cuestionar los designios del Ejecutivo como en esta ocasión. ¿Quedará todo en una excepción?
Jeison, libre
La tragedia de los 40 migrantes fallecidos en la estación migratoria de Ciudad Juárez no termina. El venezolano Jeison “N”, imputado por prender las colchonetas durante el encierro de los migrantes, carece de apoyo legal y humanitario de la embajada de su país. Nos dicen que Benedicto J. Alvarado, primer secretario de la representación diplomática, bateó —con puro silencio— a los activistas que buscan que se le libere y le den condiciones adecuadas durante su encarcelamiento. Es más, ni con la familia se tiene contacto. Lo que critican los activistas es que, los migrantes salieron de su país por maltratos por parte del gobierno de Nicolás Maduro y en México les va igual. ¡Qué tal!