Durante la sesión para la toma de protesta de los nuevos consejeros electorales, incluida la presidenta, Guadalupe Taddei, los ánimos, para variar, se encendieron, sobre todo entre los representantes de Morena, Eurípides Flores y el panista, Marco Huberto Aguilar, quienes intercambiaron señalamientos por el presunto intento presidencial por tomar el control de los órganos autónomos y la supuesta falta de independencia de algunos de los exconsejeros. Pero lo cierto es que la nueva consejera presidenta no se enganchó y en su primer discurso mantuvo el tono conciliador, y si bien, defendió tanto la importancia de que el instituto mantenga su autonomía, también hizo un guiño al enfatizar la necesidad de buscar cómo reducir el presupuesto del órgano electoral, en la medida de lo posible y sin afectar la organización y la certeza de los procesos electorales. Una postura muy equilibrada y muy correcta para iniciar, y para como se comportaron los representantes de todos los partidos, parece que, al menos en este comienzo, tendrá el beneficio de la duda.
En Sinaloa, nadie la libra
Aunque el exgobernador de Sinaloa, Mario López Valdéz quiso restarle importancia a los disparos que recibieron el día de ayer sus escoltas en Los Mochis, vaya usted a saber por qué, lo cierto es que este hecho exhibe lo que muchos saben en la entidad que hoy gobierna Rubén Rocha: nadie está exento de verse involucrado en un acto violento. Y aunque el recrudecimiento de la inseguridad se debe a muchos factores, realmente en poco ayuda que el gobernador siga diciendo que todo va bien y que se está mejorando; nada más alejado de la realidad. Por cierto, Rocha inició la semana anunciando, justamente, que recibirían una bolsa de recursos federales por 270 millones de pesos para invertir en seguridad, que ojalá sean bien invertidos y se transparente su gasto, pues la administración de Rocha no se ha caracterizado precisamente por su transparencia.
