El desaseo con que el Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco está abordando el desafuero del magistrado José de Jesús Covarrubias Dueñas, por un presunto abuso sexual contra una menor de edad, le está costando muy caro al presidente de esa institución, Daniel Espinosa Licón, cuyas posturas generan más dudas que certidumbres.
En estos momentos, ya pocos entienden cuál es el motivo por el que el Supremo Tribunal de Justicia decidió mantenerle una parte de su sueldo a Covarrubias Dueñas, aun cuando este ya fue desaforado por elCongreso de Jalisco, lo que implica que fue separado de su cargo como magistrado del Estado.
El mismo 26 de enero de 2022, cuando el Congreso le quitó el fuero al exmagistrado para que pudiera ser procesado por el presunto delito, el presidente del Supremo Tribunal, Espinosa Licón, declaró a los medios de comunicación que el desaforado podría seguir cobrando el 30 por ciento de su salario, lo que se ha estimado en 52 mil pesos –considerando una paga de más de 173 mil pesos–.
Según lo planteó Espinosa Licón, solo si hubiera prisión preventiva ya no habría que pagarle el sueldo a Covarrubias Dueñas, pero si el proceso se llevara en libertad, habría que mantenerle la paga durante todas sus etapas.
Prófugo y asalariado
No obstante, el mismo Poder Legislativo señaló, cuando dio a conocer el desafuero, que Covarrubias Dueñas había quedado separado de su cargo.
“El Pleno delCongreso del Estado de Jalisco, constituido como Jurado de Procedencia, avaló por unanimidad que sí tiene lugar proceder penalmente en contra del magistrado José de Jesús N. Con ello se le separó del cargo de magistrado del Supremo Tribunal de Justicia y queda sujeto a la jurisdicción de los tribunales competentes de conformidad con las leyes aplicables”, informó la autoridad.
El artículo 30 Bis 10 de la Ley de Responsabilidades Políticas y Administrativas del Estado, también es muy claro al respecto.
“Si el Pleno de la Asamblea declara que ha lugar a proceder penalmente en contra del servidor público denunciado, éste quedará inmediatamente separado de su empleo, cargo o comisión y sujeto a la jurisdicción de los tribunales competentes”, señala.
Inclusive, el académico de la UdeG, Javier Hurtado González, doctor en Ciencias Sociales, ha advertido en colaboraciones periodísticas que si Covarrubias Dueñas sigue cobrando, eso significa que sigue teniendo su cargo, y por lo tanto, que sigue teniendo su fuero.
A todo esto hay que añadir que Covarrubias Dueñas ya es un prófugo de la justicia, pues hay una orden de aprehensión girada en su contra y nadie sabe dónde está. Urge, por lo tanto, que el presidente del Supremo Tribunal esclarezca qué demonios está pasando con este caso.