Valdrá la pena que muy pronto las autoridades de Jalisco, y particularmente la Fiscalía del Estado, brinden más información para despejar todas las interrogantes que ha dejado a su paso el episodio del hackeo de los celulares del gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, y del presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro.
Evidentemente no puede quedarse como algo anecdótico el hecho de que el 18 de agosto ambos gobernantes denunciaron públicamente que sus celulares habían sido intervenidos, incluso, que estaban siendo utilizados para extorsionar y solicitar dinero a otras personas.
Han pasado ya algunos días, pero las dudas persisten: ¿a qué se debió que el mismo día los dos gobernantes de mayor relevancia en el estado hayan revelado que sus teléfonos habían sido hackeados? ¿Tuvo algo que ver su rol como liderazgos políticos centrales en la entidad? ¿Se sospecha de algún grupo político como el responsable de ese ataque cibernético o es un suceso completamente ajeno a la arena política y sus actores? Si no fue un grupo político el que estuvo detrás del hackeo, ¿habría que presumir la autoría de algún grupo delictivo?
El pasado 18 de agosto, el gobernador Alfaro Ramírez escribió en sus redes sociales: “hace tiempo cambié de número de celular, porque recibí información de que estaba hackeado y que se usaba para hacer fraudes. Si te llega un mensaje del número con terminación 1618, diciendo que soy yo y están pidiendo dinero, es una estafa. No caigas y denuncia. Yo jamás enviaría ese tipo de mensajes. Ayúdame a compartir esta información”.
¿FUE COORDINADO?
Lemus Navarro, por su parte, expuso ese mismo día una situación muy similar. “Hoy muy temprano (18 de agosto) que me levanté a hacer ejercicio me di cuenta que mi número de WhatsApp había sido hackeado; WhatsApp me pedía claves que la verdad yo no tenía y momentos después recibí también, pero por medio de Telegram, una solicitud para depositar recursos en una tarjeta de crédito a favor de un tercero; evidentemente en ese momento tomé cartas en el asunto: presentamos ya una denuncia ante la Fiscalía del Estado en el área de delitos cibernéticos”.
De igual forma, llama la atención que Alfaro Ramírez y Lemus Navarro hayan decidido dar a conocer estos hackeos de forma separada y no en conjunto, ¿por qué? ¿Pensaron que si lo difundían conjuntamente se sobredimensionaría el hecho o que se interpretaría como un ataque coordinado contra liderazgos del partido MC? Muchas dudas a la vista.
