La visita del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, a tierras jaliscienses este fin de semana, hizo manifiesta la carrera que está en marcha al interior de ese partido por la candidatura a la gubernatura, entre su lideresa estatal, Laura Haro Ramírez, y el jefe de los priistas en el Congreso local, Hugo Contreras Zepeda.
Por supuesto, la presencia en el estado de Moreno Cárdenas y los múltiples eventos que tuvo tanto en foros plurales como con las “fuerzas vivas”del PRI jalisciense, fueron aprovechados por Haro Ramírez y por Contreras Zepeda para mostrar imágenes en sus redes sociales junto al aún líder máximo de ese partido a nivel nacional.
Ambos saben que, aun en un escenario en el que la alianza PAN-PRI-PRD se aterrice al estado para competir juntos por la gubernatura, lo que más conviene a sus respectivos grupos políticos es fortalecer su posición de aquí a que lleguen los momentos cruciales de definición, y eso es justamente lo que han estado haciendo desde sus respectivas trincheras tanto la lideresa estatal del PRI como el coordinador de los legisladores priistas en el Congreso.
Ahora bien, en Jalisco se sabe ampliamente que si alguna escudera tiene el presidente nacional en el estado esa es justamente Haro Ramírez, quien prácticamente se ha jugado todo su prestigio personal en la defensa abierta de “Alito”, a niveles que ni siquiera parecen ser del interés de Contreras Zepeda.
Cuestión generacional
Las habilidades políticas de la jefa de los priistas en Jalisco nadie las pone en duda, pues no cualquiera es capaz de obtener el cargo que ella ahora tiene en la cúspide del PRI estatal, y más –desde luego- con el sistema patriarcal tan vigente en el ámbito partidista de Jalisco, sin embargo, hay una característica en la que Contreras Zepeda ineludiblemente le toma ventaja: más años de vida en las entrañas de ese complejo animal que es el priismo.
Contreras Zepeda rebasa los 50 años de edad, mientras que Haro Ramírez llegó a la cúpula del PRI Jalisco con 35 años de edad, lo que hace aún más notable su carrera meteórica. La lideresa ofrece, habría que suponer, una visión más fresca de la política, quizá más vigente, producto de su pertenencia a la generación“millennial”.
Pero quizá haya ciertos recovecos en la maquinaria priista, ciertos resortes, pistones y tuercas que llegan a conocerse solo al transcurrir pausado de los años, y en eso podría estar mucho más familiarizado su correligionario y hoy adversario, Contreras Zepeda.
Así que ante la carrera por la candidatura a la gubernatura, y las intenciones de una y otro por hacerse de la misma, surge la pregunta: ¿quién de los dos estará viendo algo a su favor en el horizonte que el otro es simplemente incapaz de percibir?