El férreo control político que ejerce el exrector Raúl Padilla López sobre la UdeG, está a muy poco de llegar a su fin

Redes de Poder GDL: “Obras son Amores” en la UdeG

El distanciamiento entre los grupos políticos que encabezan el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, y el exrector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Raúl Padilla López, quedó nuevamente de manifiesto ayer con el arranque del programa “Obras son Amores”, mediante el cual el Gobierno estatal invertirá más de 200 millones de pesos en instalaciones […]

El distanciamiento entre los grupos políticos que encabezan el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, y el exrector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Raúl Padilla López, quedó nuevamente de manifiesto ayer con el arranque del programa “Obras son Amores”, mediante el cual el Gobierno estatal invertirá más de 200 millones de pesos en instalaciones de la casa de estudios.

Aunque se esperaría que un evento como este se realice con la presencia tanto del gobernador como del rector de la Universidad, Ricardo Villanueva Lomelí, el conflicto que persiste entre ambos grupos ha hecho cada vez más difícil encontrar a estos dos políticos en un mismo acto.

En este caso se entiende con facilidad, pues, de hecho, la promoción del programa parece tener entre sus objetivos hacer evidente que el Gobierno de Jalisco sí está dirigiendo recursos públicos hacia la Universidad, aunque no a los proyectos que son del interés específico de Padilla López y su cúpula política, como el Museo de Ciencias Ambientales.

El comunicado del Gobierno estatal, incluso, contiene un duro raspón para el grupo político que controla la casa de estudios, pues destaca la alta proporción de estudiantes que se queda fuera de sus aulas todos los años:

“Con el arranque de construcción de la nueva preparatoria y otras obras educativas de la Universidad de Guadalajara en Tlajomulco de Zúñiga, con 85 millones de pesos, el gobernador del estado, Enrique Alfaro Ramírez, inició formalmente el programa ‘Obras son Amores’, con una inversión de 228 millones de pesos, enfocado en realizar 18 obras para construir o renovar planteles educativos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), demostrando el interés del Ejecutivo por apoyar a la casa de estudios con presupuestos y proyectos que realmente sirvan a los estudiantes, tanto para su aprendizaje como para aumentar la matrícula escolar, ya que, a la fecha, seis de cada 10 aspirantes que hacen trámites quedan fuera de las listas de admisión“.

Buen uso de los recursos en la UdeG

Dijo Alfaro Ramírez: “en lugar de que el dinero se vaya a la bolsa de quienes han hecho negocios con nuestra universidad, hoy es para hacer infraestructura para nuestros jóvenes y un mejor futuro para ellos. Lo que queremos es que la UdeG invierta el dinero de los jaliscienses en obras que permitan ampliar su infraestructura para que no haya más rechazados, para que podamos dar servicios de calidad. No queremos que la UdeG se gaste el dinero de todos los jaliscienses en construir museos cuando hay tantas necesidades para atender a los jóvenes, esa es la lucha que hemos dado y la voy a seguir dando hasta el último día de mi gobierno. No le vamos a regatear un solo peso a la UdeG, pero vamos a invertir el dinero de una forma en la que logremos que el grupo que la tiene secuestrada deje de hacer negocios”.

Apenas el pasado 11 de agosto, el rector, Villanueva Lomelí, de quien se dice estará compitiendo por algún cargo público relevante en la próxima elección, había escrito en sus redes sociales: “a las y los aspirantes que no ingresaron: les aseguro que estamos haciendo todo lo posible por conseguir un presupuesto justo que nos permita hacer crecer nuestra matrícula. No quitaremos el dedo del renglón hasta que el 100 por ciento de aspirantes tengan un lugar en la @udg_oficial”.

¿Qué narrativa prevalecerá: la del grupo alfarista o la de los padillistas?

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