Redes de Poder GDL: MC: llegó la paz

Todo indica que la batalla interna del emecismo acabó sin haber modificado el derrotero político de ninguno de los dos bandos involucrados
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Aunque todavía es muy pronto para determinar el saldo que dejó la momentánea pero dura disputa que se libró entre la dirigencia nacional del partido Movimiento Ciudadano y el alfarismo jalisciense, hasta ahora las cosas parecen arrojarles mejores cuentas a los emecistas que despachan desde la Ciudad de México.

Es cierto que, finalmente, ninguno de esos dos polos del emecismo resultó con algún descalabro de seriedad tras la trifulca, sin embargo, también lo es que, ya con las aguas en calma, la ruta política que seguirá manteniendo el partido en el escenario nacional es justamente la que trazó su dirigente nacional, Dante Delgado Rannauro.

Es decir, está claro que uno de los motivos que detonó las diferencias entre Delgado Rannauro y el grupo que encabeza el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, a saber, la postura aislacionista que sostiene aquel de cara a la contienda presidencial del 2024, no ha sufrido ningún cambio, por lo que puede decirse, en este sentido, que quien se salió con la suya fue precisamente el dirigente nacional.

Para igualar el escenario, probablemente habrá quien diga que, así como Delgado Rannauro pudo mantenerse en su decisión de ir solos en la competencia por la presidencia, también el grupo de Alfaro Ramírez, con toda seguridad, será el que defina al candidato o candidata del partido MC por la gubernatura del estado; siendo así, se confirma que ninguno de los polos salió con abolladuras del choque que tuvieron.

En control de Jalisco

Sin embargo, también debe decirse que, en realidad, nunca pareció una posibilidad cercana el hecho de que la dirigencia nacional pudiera imponer un candidato o candidata en Jalisco a espaldas del alfarismo, considerando que el control de las estructuras del emecismo local radica precisamente en el grupo de Alfaro Ramírez.

En cambio, por momentos sí pareció factible que el alfarismo lograría su cometido con su revuelta, es decir, que el partido reconsiderara su negativa a apoyar a Xóchitl Gálvez Ruiz, lo cual, sin duda, habría tenido repercusiones relevantes en la arena política nacional. Hasta ahora podemos decir que la rebelión de los jaliscienses se apagó sin lograr su objetivo.

Las muestras de cordialidad y afecto que intercambiaron Delgado Rannauro y Alfaro Ramírez este 17 de octubre en el Senado de la República, parecen mostrar que lograron sortear la ruptura que se asomaba entre ambos. De ser así, todo indica que la batalla interna del emecismo acabó sin haber modificado el derrotero político de ninguno de los dos bandos involucrados, sin embargo, al menos ahora los integrantes de esa fuerza política podrán dormir con tranquilidad.

Delgado Rannauro incluso invitó al gobernador a sumarse al próximo gobierno que, dice, ganará su partido.

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