Los tres principales aspirantes de Movimiento Ciudadano para contender por la gubernatura de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, Clemente Castañeda Hoeflich y Alberto Esquer Gutiérrez, siguen enviando señales de que el polo jalisciense al interior de ese partido continúa sólido, ante el diferendo que se tiene con la dirigencia nacional, sobre el rumbo que debe tomar esa fuerza política.
La imagen que los tres políticos publicaron en sus redes sociales, con el mismo mensaje, hace evidente que, hasta ahora, el grupo de emecistas que encabeza el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, no presenta ninguna fractura de relevancia.
Es claro que el presidente municipal de Guadalajara, Lemus Navarro, ha optado por respaldar plenamente el liderazgo de Alfaro Ramírez, lo cual resulta fundamental en este momento para el gobernador, pues, ante cualquier atisbo de duda de parte del alcalde, se vería de inmediato debilitada la postura del mandatario en su disputa abierta con el dirigente nacional del partido, Dante Delgado Rannauro.
Que publiquen esa imagen en este momento podría tener al menos dos interpretaciones claras: primero, que aunque los decibeles del conflicto en el partido se han bajado durante estos últimos días, el desencuentro ahí permanece vigente y sin haber sido resuelto –se ha mencionado que próximamente habrá una nueva reunión entre los jaliscienses y la dirigencia nacional-. Es decir, que los jaliscienses siguen en pie de lucha.
Y segundo, que, con toda probabilidad, el emecista que será designado como el próximo candidato por la gubernatura será uno de ellos tres, lo que termina por desplazar al presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga, Salvador Zamora Zamora, no obstante que éste continúa manifestando su interés por estar en esa competencia –y si no, al menos, por la de Guadalajara–.
Neutralizan a Dante
El polo del emecismo en Nuevo León sí está claramente fracturado, con el gobernador, Samuel García Sepúlveda, que, en consonancia con Delgado Rannauro, rechaza toda posibilidad de coaligarse con el Frente Amplio por México en busca de la Presidencia del país; y el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, negándose a formar parte de una candidatura emecista que, como ha dicho, terminaría dividiendo al voto opositor.
Este riesgo de fractura ha sido conjurado hasta ahora exitosamente por el gobernador, Alfaro Ramírez, como cabeza del emecismo en Jalisco, aun cuando una posible discordia entre los alfaristas sería una poderosa arma para el arsenal de Delgado Rannauro. Un futuro promisorio para el alfarismo, ya sea dentro o fuera de Movimiento Ciudadano, dependerá en buena medida de que sus principales actores resistan al canto de las sirenas que resuena desde las oficinas naranjas de la Ciudad de México.
