Resulta llamativo que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, esté siendo tremendamente claro en señalar que uno de los puntos centrales que se están procurando en el acuerdo entre emecistas para lanzar una candidatura de unidad por el estado, es que, más allá de quién sea el postulado, el proyecto político que hoy gobierna la entidad tenga continuidad.
A pocas horas de que se anuncie el acuerdo que, según ha trascendido, estaría formalizando la candidatura de Pablo Lemus Navarro por la gubernatura, las declaraciones del gobernador evidencian que dicho pacto interno tendrá mecanismos no solo de equilibrios y contrapesos, sino específicamente para garantizar que el sello alfarista no se desvanezca por completo.
Y es que ese acuerdo no solo podría ser definitorio para el futuro político del estado, sino también para el del alfarismo, ante el ascenso al parecer ya inevitable del grupo que encabeza el alcalde tapatío, Lemus Navarro, al interior del partido Movimiento Ciudadano en la entidad.
Cuando se le preguntó al gobernador si saldrían unidos de este proceso de negociación marcado por los polos del alfarismo y el que lidera Lemus Navarro, aquel respondió: “confío en que sí, quedan algunas horas; estamos afinando algunas cuestiones y yo veo madurez y sensatez en los actores como para poder poner por delante el interés de Jalisco y que el proyecto, más allá de nombres y apellidos, pueda tener mejores condiciones para tener continuidad en el futuro”.
Acuerdo posible
Hasta ahora ese proyecto político y gubernamental del que habla el mandatario ha estado prácticamente en su totalidad conducido bajo la ascendencia alfarista, por lo que habrá que ver si, en efecto, los partidarios respectivos de Alfaro Ramírez y Lemus Navarro lograrán en ese pacto un punto de equilibrio, o si, por el contrario, uno de los dos bandos termina por imponer su hegemonía.
Y aunque la negociación entre los emecistas parece estar a nada de ser cerrada, por lo que asevera el gobernador, quien hizo ver que no es momento tampoco de comer ansias fue el senador, Clemente Castañeda Hoeflich, la otra carta fuerte por la gubernatura de MC, y quien sí representaría una continuidad total de la visión alfarista:
“Un acuerdo político para Jalisco es posible siempre y cuando todas y todos actuemos con responsabilidad. Estamos cerca, pero no hemos llegado y las negociaciones continúan. Lo menos que se puede exigir es altura de miras y respeto a las y los involucrados. Jalisco se lo merece”, publicó el legislador.
