Al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, se le están juntando los asuntos importantes para este próximo junio, pues además de que en ese mes definirá si emprende la búsqueda de la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano, también comenzará con las gestiones para reformular el Pacto Fiscal con la Federación.
Apenas la semana pasada el mandatario había señalado que sería hacia finales de junio cuando tome una decisión sobre su futuro político, y este lunes confirmó que también ese mes tendrá lista la nueva propuesta de convenio de coordinación fiscal que gestionará con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
En todo caso, lo que está por verse es si resulta una buena idea que ambos asuntos coincidan temporalmente, pues quizá un Enrique Alfaro que ya haya confirmado públicamente sus aspiraciones presidenciales —en caso de que así lo haga— encontrará muchas más resistencias en la Secretaría de Hacienda para aceptar su propuesta de modificación del Pacto Fiscal. El riesgo sería que la Secretaría se muestre reacia a otorgarle un triunfo a un aspirante presidencial, en un asunto en el que de por sí la Federación no le quiere cambiar ni una coma.
Tampoco habría que descartar la posibilidad de que esta coincidencia temporal no sea una mera casualidad, sino un escenario buscado deliberadamente.
Desobediencia naranja
Siguen causando desconcierto las declaraciones del senador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda Hoeflich, uno de los aspirantes a la candidatura de ese partido por la gubernatura de Jalisco, en el sentido de que continuará visitando municipios —cuando lo inviten—, aun cuando el jefe político de esa fuerza política en el estado, el gobernador, Alfaro Ramírez, hizo un llamado firme para que se detenga cuanto antes ese tipo de promoción personal de los políticos y políticas naranjas.
Todos saben que el senador debe ser la “corcholata” naranja con mayor cercanía personal con Alfaro Ramírez pero ¿no le está jalando de más los bigotes al tigre?