Ha llamado la atención que la consejera presidenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC), Paula Ramírez Höhne, se ha mostrado bastante pasiva ante la intentona del Congreso del Estado por aprobar una reforma electoral que, según se ha advertido, afectaría considerablemente la participación de las mujeres.
Si bien fueron las propias integrantes de las distintas fuerzas políticas quienes lograron detener, al menos por el momento, dicha modificación que estaba por concretarse, por parte de la consejera presidenta no se ha visto ningún pronunciamiento o conferencia de prensa para fijar la postura del Instituto ante un tema de tal relevancia.
Esta inacción ha generado ruido en Jalisco pues todos recuerdan el ahínco con que Ramírez Höhne se movilizó para pronunciarse abiertamente en varias ocasiones, por distintas vías y en múltiples espacios, contra la reforma electoral que impulsó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y que habría implicado, de haber sido exitosa, la desaparición de los órganos electorales locales.
Por eso más de alguno se pregunta qué está detrás de estas posturas tan disímiles de la consejera ante estos planteamientos de reforma electoral. Es decir, si acaso el combate tan frontal de la reforma presidencial se motivó por alguna fobia morenista de su parte, y en cambio, si la pasividad ante la reforma local responde a alguna filia naranja, o albiazul, o tricolor. La duda ahí está.
La reforma local, detenida al parecer solo transitoriamente por la inconformidad que despertó en un sector relevante de las mujeres del ámbito político y feminista, estaría eliminando la obligación de que en los diez municipios más poblados de Jalisco, cinco de las candidaturas para las presidencias municipales sean para mujeres.
Martínez, Lomelí y el Congreso
Simpatizantes de Morena le expresaron a este medio que la intentona de una parte de los miembros del Consejo Estatal de Morena en Jalisco, para hacer comparecer ante dicho órgano al diputado y jefe de la bancada morenista, José María Martínez Martínez, se trataría solo de una estratagema tejida por el presidente de esa instancia, Carlos Lomelí Bolaños, actual regidor de Guadalajara.
Según esta perspectiva, Lomelí Bolaños, sabedor de que tiene en el legislador, Martínez Martínez, a su principal contendiente para hacerse de la candidatura de Morena por la gubernatura de Jalisco, estaría utilizando su liderazgo en el Consejo Estatal de ese partido para golpear políticamente al diputado, mediante una comparecencia en la que, de realizarse, el legislador sería interrogado sobre sus decisiones en el ámbito legislativo.
Está por verse, entonces, cuál de las dos “corcholatas” morenistas gana esta partida.
