Los mensajes que emitió el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, durante la conmemoración del aniversario de Movimiento Ciudadano este fin de semana, en el sentido de que comenzará a ocuparse más en la agenda nacional, abrieron múltiples interrogantes sobre la forma en que será conducida la administración estatal durante los próximos meses.
Desde luego que llamó la atención el mensaje enviado sutilmente para todos los emecistas que se muestran ávidos por sucederlo en la titularidad del Ejecutivo de Jalisco; sin embargo, la posibilidad de que Alfaro Ramírez se meta ya de lleno en la arena política nacional evidentemente traería repercusiones trascendentales para la vida pública del estado.
¿A qué se refería exactamente el gobernador, por ejemplo, cuando dijo que debía ayudarle al coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado? Ese “tenemos que ayudar a Dante” significa que Alfaro Ramírez, en efecto, ¿podría tener en el horizonte futuro solicitar licencia para su encargo público?, ¿o el mandatario está visualizando compaginar su actividad política nacional con su función estatal?
Como quiera que sea, el contar con un personaje del peso de Enrique Alfaro para fortalecer las aspiraciones del partido naranja vaya que puede sumar.
No hay proyectos individuales
Como sea, fue insistente en eso de prestarle “ayuda” al mandamás de ese partido, como se consignó en el comunicado oficial.
“Este año no hay proyectos individuales, este año nos vamos a concentrar en sacar adelante los proyectos de Gobierno, nuestra agenda legislativa en lo local y en lo federal, tenemos que ayudar a Dante y al partido. Lo que significa asumir la idea de la socialdemocracia como nuestra identidad política y lo que significa también que es un partido que está listo para competir en el ámbito nacional”, se lee en el documento.
El propio Alfaro Ramírez señaló que los trabajos que emprenderá ese partido en Jalisco para fortalecer su vida institucional, tienen como objetivo, entre otros, que él pueda concentrarse en la atención “en el ámbito político” de “asuntos de alcance nacional”.
Más allá de la posibilidad que está en el aire de que el gobernador jalisciense concrete una candidatura presidencial, lo cierto es que un mayor activismo nacional de su parte, tendrá efectos para el estado. Así que, entre que son peras y manzanas, ojalá que antes de que dé ese paso político, logre amarrar los recursos federales que requieren las obras de Jalisco, no vaya a ser que una cosa contamine a la otra.