Redes de Poder GDL: Elucubraciones y “embajadas del Bienestar”

En estos días de campaña política, cada uno de los bandos en disputa ha esgrimido sus propias elucubraciones sobre el viaje de Alfaro Ramírez
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La reciente estancia que tuvo el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, en la Ciudad de México, así como su encuentro con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, siguen suscitando una gran cantidad de especulaciones sobre sus motivaciones verdaderas, aunque bastante distintas y hasta contradictorias entre sí.

De acuerdo con la versión oficial, el mandatario jalisciense estuvo en la capital del país los días 22 y 23 de abril, el primero de estos para reunirse con López Obrador, de acuerdo con un comunicado: “El gobernador del estado de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, se reunió con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, en el que se dio un avance al establecer distintas agendas en beneficio de las y los jaliscienses, entre las que destacó el mandatario temas con el secretario de Educación y de la agenda presupuestal“.

Sin embargo, en estos días de campañas políticas, cada uno de los bandos en disputa ha esgrimido sus propias elucubraciones sobre el viaje de Alfaro Ramírez. De esta manera,  mientras hay quien observa señales de un presunto acuerdo político entre López Obrador y el jalisciense para la elección en puerta, otros, más bien, insisten en la posibilidad de una alianza de facto del “alfarismo” con la candidata de Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruiz.

¿Qué resulta más verosímil sobre la agenda política de este viaje a la capital: una presunta negociación entre el gobernador y el presidente de cara a los comicios; o algún posible acercamiento entre el Grupo Jalisco de Movimiento Ciudadano con la coalición electoral cuya candidata resulta del agrado de Alfaro Ramírez, de acuerdo con lo que llegó a señalar este públicamente?

Difícil decirlo, no obstante, no parece factible que Alfaro Ramírez estuviera dispuesto a dinamitar la sobrevivencia de su propio proyecto político en Jalisco -aun y con la autonomía que siempre ha mostrado su actual candidato, Pablo Lemus Navarro-, a cambio de la gracia del presidente López Obrador y, por supuesto, de alguna “embajada del Bienestar”, como se ha especulado en las redes sociales –un poco en broma; un poco en serio, también-.

Lo único cierto es que resulta poco probable que la potente maquinaria electoral que ha construido el “alfarismo” en Jalisco se vaya a quedar inmóvil durante esta elección en el ámbito de la contienda presidencial. La pregunta sigue siendo, por lo tanto, ¿quién resultará beneficiado una vez que esa maquinaria encienda sus motores?

Victoria morenista

La coalición que encabeza Morena en Jalisco obtuvo un importante triunfo en el Tribunal Electoral del Estado de Jalisco en contra del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, mismo que había cancelado 54 de sus candidaturas por las alcaldías del estado. Con esta restitución, sus candidatos podrán iniciar sus respectivas campañas. Un duro revés para el Instituto Electoral, acusado por dicha coalición de trabajar en favor de Movimiento Ciudadano.

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