Las señales que están surgiendo de la cumbre de liderazgos del partido Movimiento Ciudadano que se realizó el pasado viernes 11 de agosto no parecen ser positivas para el ala de esa fuerza política, encabezada por la corriente jalisciense, que está pugnando para que se abandone la postura aislacionista y se opte, en su lugar, por sumar esfuerzos con la alianza del PAN-PRI-PRD.
Ese encuentro tuvo entre sus asistentes al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez; los senadores por ese estado, Verónica Delgadillo García y Clemente Castañeda Hoeflich; el alcalde tapatío, Pablo Lemus Navarro; así como el gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, y el propio coordinador de la Comisión Operativa Nacional, Dante Delgado Rannauro.
En un primer momento, lo que se sabía de los saldos de la reunión es que se continuaría con el diálogo para determinar qué postura final adoptaría el partido, ante la posibilidad de sumarse a la alianza tri-partidista referida, o continuar por la vía de competir solo en la carrera presidencial. Inclusive, el partido comunicó lo siguiente:
“Después de sostener un diálogo franco y profundo, se inauguró un espacio de reflexión permanente para definir la ruta de Movimiento Ciudadano de cara a las elecciones del próximo año, partiendo de la premisa de que el proyecto nacional se construye desde lo local”.
Decisión tomada: Dante
Sin embargo, para sorpresa de propios y extraños, el dirigente nacional, Delgado Rannauro, declaró este lunes que la decisión de que el partido vaya solo en la elección ya está tomada, y que en dicha mesa de diálogo eso ni siquiera se encuentra bajo análisis o debate: “Tengan la absoluta seguridad de que la postura de Movimiento Ciudadano está marcada por la Convención Nacional Democrática en el sentido de ir solos“, dijo.
¿Qué está ocurriendo entonces al interior del partido? ¿Tiene posibilidades reales el alfarismo de modificar la postura aislacionista promovida por su dirigente o, en los hechos, ya no hay nada qué hacer al respecto? ¿Fue la cumbre del viernes un ejemplo del “diálogo simulado” que ha cuestionado abiertamente Alfaro Ramírez y que atribuye a Delgado Rannauro?
Lo cierto es que las declaraciones del dirigente máximo del partido meten ruido en lo que parecía ser un intento por limar asperezas con el alfarismo. Quizás los jaliscienses ya tienen más que claro que la mesa de diálogo no llevará a ninguna parte, y que la única alternativa que tienen para apoyar a la alianza tri-partidista es haciéndolo dejando a un lado a su dirigencia nacional.