Las y los jaliscienses que se preguntaban cómo actuaría un Congreso conformado en su mayoría por diputadas, y teniendo ahora por minoría a los diputados, se debe estar dando cuenta que, en los hechos, lo hace de una manera muy similar a como siempre sucedía.
La mejor prueba de ello es la reciente aprobación fast track de una reforma que aumentará el dinero público que se distribuyen los partidos políticos en el estado y que ha levantado mucha polémica y cuestionamientos no solo por su resultado y objetivo finales sino por las formas: con nulo debate o discusión ciudadana.
La modificación legal que aprobó el Congreso de Jalisco el pasado 29 de septiembre borró de un plumazo la reforma previa que había logrado hace unos años Pedro Kumamoto Aguilar, como diputado independiente, y que fue conocida como “Sin voto no hay dinero”. De esta manera, se ha estimado que la bolsa de recursos públicos que se asignarán los partidos políticos pasará de 168.2 millones a 394.1 millones de pesos.
Dijo al respecto Kumamoto Aguilar: “Logramos que en cinco años se ahorraran 640 millones. Se los explico con un ejemplo: antes de #SinVotoNoHayDinero, en 2017 el financiamiento de los partidos costaba 269 millones al año; para 2022, ya con esta reforma, el financiamiento costó 168 millones, es decir, 40 por ciento menos”.
No hubo segundo freno
Las y los legisladores de Jalisco están desatados, pues antes de este incremento presupuestal para sus partidos intentaron aumentarse el sueldo, lo que tuvieron que detener ante críticas del gobernador, Enrique Alfaro Ramírez. En esta ocasión, el mandatario dijo sobre la reforma constitucional al presupuesto de partidos:
“Yo voy a ser respetuoso de un proceso constitucional, porque es un tema del Congreso, y es un tema de los plenos de los ayuntamientos. Lo que puedo decir es que me parece que buscar la equidad y la proporcionalidad en la asignación de recursos públicos es siempre una ruta correcta; no voy a meterme -porque no me corresponde- en el debate legislativo; ese es un tema del Congreso, pero primero se tiene que agotar el proceso constitucional y vamos a ver cómo sale”.
Por cierto, la maniobra que tuvo el apoyo del líder de Morena en el Congreso local, José María Martínez Martínez, ameritó críticas de otro morenista destacado: Carlos Lomelí Bolaños, quien declaró sobre el actuar de ese legislador: “Todavía no asume los principios del partido en el que se encuentra. Le quiero recordar que aquí es no robar, no mentir y no traicionar”. Lomelí Bolaños, dicho sea de paso, presumió hace unos días su reunión con el exrector Raúl Padilla López, pese a que Andrés Manuel López Obrador lo considera un “cacique” en la Universidad de Guadalajara.