La disputa que se ha suscitado entre miembros destacados del partido Movimiento Ciudadano en Jalisco, con Pablo Lemus Navarro por un lado, y Alberto Esquer Gutiérrez y Manuel Romo Parra por el otro, está generando un escenario que ya algunos comparan con el que se está presentando en Morena en el ámbito nacional, y particularmente con Ricardo Monreal Ávila.
Es decir, pareciera que la postura que ha asumido el alcalde de Guadalajara, Lemus Navarro, emitiendo críticas muy severas contra liderazgos notables del partido MC -como Romo Parra, nada menos que el dirigente estatal de esa fuerza política-, está jugando a tentar al sanedrín naranja con su expulsión de la baraja de posibles candidatos hacia la gubernatura de Jalisco en 2024.
Algo así como lo que está haciendo el senador Monreal Ávila, quien desde hace mucho sabe que ha quedado fuera del círculo de simpatías del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y aun así continúa actuando como un morenista más, al parecer en espera de que sus muestras de autonomía conduzcan hacia una expulsión formal o informal de la fuerza política que hoy gobierna al país –allanándole así el camino para acercarse a otras fuerzas políticas-.
Luego de que Lemus Navarro cuestionara a los políticos emecistas que participaron en la reciente manifestación contra el exrector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López, llamándolos “arrastrados”, Esquer Gutiérrez, secretario del Sistema de Asistencia Social, y quien también tiene grandes posibilidades de ser el candidato de MC por la gubernatura, publicó el mensaje que podría estar conteniendo el quid de todo este embrollo:
“Hoy cambió el futuro político de Jalisco. Es inadmisible la ofensa y el desprecio a las estructuras y liderazgos de este movimiento. Quien insulta este proyecto, aunque no lo entienda, no puede aspirar a encabezarlo”, señaló Esquer Gutiérrez el pasado 30 de noviembre.
Una sentencia en vilo
En efecto, ese mensaje del secretario parece encerrar una sentencia que viene de mucho más arriba en la jerarquía emecista, y con carácter de irrevocable. Bien sabemos que en política todo está en constante cambio, y que hasta las cosas que lucen más firmes luego muestran otro rostro, pero por ahora el mensaje que lanza Esquer Gutiérrez, muy cercano al gobernador, Enrique Alfaro Ramírez –mucho más, en todo caso, que el alcalde tapatío-, es que la candidatura por la gubernatura ya no será para Lemus Navarro.
Por eso se abren muchas preguntas que hoy yacen sin respuesta: ¿Fueron las críticas que lanzó Lemus Navarro la causa de que haya perdido la candidatura del partido MC por la gubernatura o, más bien, emitió esos cuestionamientos tras saberse desplazado de dicha candidatura? ¿Será que Lemus Navarro tomó conocimiento de que no sería el abanderado naranja por la gubernatura y por eso optó por embestir a los liderazgos del MC, como una medida para catalizar su expulsión –el paralelismo, decíamos con Monreal Ávila- y poder buscar así otras plataformas para su proyecto político?